GATO MOJADO (EXTRA)

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Yoongi no había podido contener la sonrisa por el comentario del inspector Jeon, seguramente solía molestar a todos con sus bromas sobre sexo, pero eso con él no funcionaba. Aunque la idea de ver a Jin bajo el grifo de la ducha no le parecía para nada mala. Pasó por la cocina para ponerle comida a Fresita y cuando se aseguró de que el felino estaba entretenido comiendo, fue directo al cuarto de baño.

Se apoyó en el marco de la puerta mientras observaba la espalda amplia de Jin. Las gotas de agua formaban diferentes caminos por ella y el vapor empezaba a empañar el espejo del baño. Se cruzó de brazos cómodamente para seguir disfrutando de ese espectáculo. Jin ni siquiera se había percatado de su presencia y aquello hacía más divertido mirarle. Yoongi pensó que no le importaría ver su mundo reducido a Jin, observar cómo fruncía el ceño cuando algo le rondaba por la cabeza y como se le iluminaban los ojos cuando encontraba una solución o tenía una buena idea, le parecía algo verdaderamente adorable. Pero se percató de que el chico no parecía estar disfrutando de la ducha y supo que su mente inquieta estaba trabajando de nuevo. ¿No era capaz de detenerla? Entonces él se encargaría de ayudarle.

Por primera vez no le importaba lo cansado que pudieran estar su mente y su cuerpo por solo haber dormido unas pocas horas, se sentía más vivo y activo que en toda su vida. Se quitó la sudadera y los pantalones acercándose a la entrada de la ducha antes de deshacerse de su ropa interior. Jin seguía sin darse cuenta de que no estaba solo, aquello le recordó a Yoongi la falta olfato para el peligro que su ratoncito tenía, pero no le importó. No dejaría nunca que el peligro estuviese tan cerca de él como para dañarle. Le había observado y empezaba a entender que Jin podía perderse en su propia mente y perder de vista todo lo que le rodeaba, eso en Daegu era peligroso. Pero él era el jefe de la ciudad, nadie dañaría a su Jin.

Dio un paso hacia delante entrando en la ducha, su cuerpo estaba a escasos centímetros del de Jin que seguía enfrascado en sus propios pensamientos, hasta que Yoongi rompió el silencio haciendo que el chico se sobresaltase y se diese la vuelta con los ojos abiertos de par en par.

—Deja de darle vueltas a lo que hay en tu cabecita, deberías disfrutar de los pequeños placeres de la vida. —Vio como Jin tragaba con dificultad mientras sus ojos recorrían el cuerpo de Yoongi. Sabía que era alguien fuerte, pero no imaginó hasta qué punto. Parpadeó un par de veces intentando concentrarse, pero todos sus pensamientos habían colisionado como si de trenes descarrilando se tratasen.

—¿Placeres de la vida? ¿Cómo cuales? —Jin intentó que su voz sonara segura, aunque su corazón latía descontrolado y cerraba las manos sin saber qué hacer con ellas.

—Cómo el agua recorriendo tu cuerpo. —La mano de Yoongi subió hasta una de las clavículas de Jin y empezó a seguir el recorrido de las gotas de agua, sintiendo bajo la palma de su mano el corazón acelerado de su ratoncito. Cuando la mano pálida de Yoongi tocó la cintura de Jin, éste tomó la mano del chico y tiró de él dejando que el agua los empapara a ambos al mismo tiempo.

El cabello oscuro de Yoongi no tardó en cubrirle los ojos y con una suave risita, Jin se lo apartó. Sus miradas se encontraron y ambos sintieron que la temperatura en aquella ducha empezaba a crecer. En la mente de ambos no había lugar para nada que no fuera el otro. En un ágil movimiento, Yoongi terminó por estampar sus labios contra los de Jin que gimió contra ellos por la sorpresa. Aquello calentó más al chico que rodeó la cintura de Jin con la intención de que no quedara espacio entre ellos ni siquiera para una pequeña gota de agua.

Cuando la intensidad del beso bajó, sus labios siguieron rozándose y los de Jin se movieron en un susurro mientras sus ojos observaban el rostro empapado de Yoongi que le miraba con aquella mirada felina y penetrante, pero de cierta forma cálida con un brillo especial a causa de la excitación.

—Nunca había visto a un gato mojado. —Yoongi mordió los labios carnosos de Jin en respuesta haciendo que este soltara un gemido.

—Ni yo un ratón tan grande. —Siguió la mirada de Yoongi hasta su entrepierna y las orejas de Jin no tardaron en ponerse de color escarlata. Quiso empujar a Yoongi, pero éste tomó sus manos haciéndole girar y pegándolas a la pared.

El pecho de Yoongi quedó pegado a la espalda de Jin, las respiraciones aceleradas de ambos se entremezclaban con el sonido del agua y las manos de Yoongi se pusieron sobre las de Jin entrelazando sus dedos.

—¿Sabes lo que dice de los gatos? Que terminan por comerse a los ratoncitos. —Yoongi mordió el hombro de Jin haciendo que éste soltara un fuerte gemido que inundó todo el baño. Sus manos se apretaron más al igual que sus cuerpos. Todo dejó de importar, solo se dejaron llevar por el momento y el deseo. Uno que los consumió tan intensamente que ninguno intentó contenerse.

Los golpes en el vestidor de Jungkook provenían del baño de Jin, éste estaba terminando de vestirse cuando los escuchó y no pudo evitar soltar una risita. Dio un par de golpes a la pared para hacerles saber que les estaba escuchando. Pero entonces los gemidos llegaron hasta sus oídos y los golpes se volvieron más intensos. Captó el mensaje de Suga alto y claro, parece que él y Tae no eran los únicos que disfrutaban de las duchas.

—¿Qué haces? —preguntó Tae al ver a su novio sentado en el vestidor.

—Confirmando que tu amigo y el mío se están divirtiendo, son ruidosos. La próxima vez nos daremos cariño aquí para que puedan escucharnos ellos también. —Tae negó con la cabeza arrastrando a Jungkook fuera del vestidor aunque no evitó sonreír feliz de pensar que Suga por fin había encontrado algo de luz en toda su oscuridad. 

He sentido la necesidad de meter este pequeño extra, pronto el próximo capítulo donde el rey va a ser el gran protagonista. ¿Creéis que Suga y Jungkook se van a llevar bien? 

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