CAPÍTULO 6: ¿EL GATO ATRAPÓ AL RATÓN?

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Jin empezó a deambular por las calles de Daegu, él no había pedido estar en esa ciudad y no le agradaba en lo absoluto, pero necesitaba conocer aquel lugar si quería poder descubrir más cosas sobre los Min, quienes parecían de verdad controlar la ciudad, escondidos entre las sombras. Su mente funcionaba demasiado rápido, como era habitual en él, tenía demasiado información que debería compartir. Pero decidió seguir el consejo de Hoseok, si era capaz de conocer el tablero de juego podría ayudar más a los inspectores.

Perdido en sus pensamientos, se había alejado de la zona en la que vivía. Esa parte de la ciudad parecía ser la de las personas nocturnas. Bares y locales de karaoke, pero lo que le parecía extraño a Jin era que las calles estuviesen vacías aunque los lugares se escuchaban llenos. Escuchó un ruido que por un momento le hizo desconectar de sus pensamientos, pero pronto se dio cuenta que provenía del contenedor que tenía justo al lado, debía ser un gato o un ratón, así que siguió caminando pensando seriamente en dar la vuelta y volver. Tal vez, debería haberle dicho a Jungkook que le acompañase, pero no había sabido nada de él en todo el día y Jin no era alguien que pidiera ayuda o favores. Más ruidos provenientes del contenedor y un ligero olor a quemado llegó a él. Un animal no podía prender fuego a nada y su cuerpo empezó a indicarle que saliera de allí lo más rápido posible.

Aceleró sus pasos, pero se detuvo en seco cuando un movimiento en la oscuridad llamó su atención. Se giró lentamente y soltó un suspiro pesado. ¿Es que aquella ciudad solo tenía callejones oscuros? Sin duda si un criminal quisiera esconderse, no lo tendría complicado en Daegu. Jin no tenía miedo a la oscuridad, era una persona razonable. Pero todo parecía magnificarse en esa ciudad. Los callejones parecían más oscuros, los cadáveres en la calle y alguien que controlaba todo en la sombra. Aquello solo le estaba sirviendo para confirmar algo que ya sabía, detestaba Daegu.

El olor a quemado se intensificó, pero otro movimiento le hizo agudizar su vista, reconoció aquella chaqueta blanca con mangas azules en cuando sus ojos la captaron. No era un atuendo habitual, así que estaba seguro que pertenecía al chico que había estado esperando a Kim Tae Min. Sus piernas empezaron a moverse antes de que su cerebro fuera capaz de procesar hacia dónde se dirigía. Los pasos empezaban a alejarse y él empezó a correr, la curiosidad le empujaba a adentrarse entre esos callejones sin saber lo que podía encontrar allí. Normalmente, las personas suelen tener miedo a lo desconocido, pero ese sentimiento no existía para Jin. El instinto de supervivencia era eclipsado completamente por la curiosidad.

Pero supo que estaba en problemas cuando al girar la última esquina solo le esperaba un muro de piedra. Estaba en un callejón sin salida y ya no escuchaba los pasos de aquel desconocido que no había abandonado su mente. Recordó a Hoseok diciendo que los inspectores se encontraban en un callejón sin salida y su mente conectó ambos sucesos. ¿Sería una trampa y él había caído? Intentó agudizar su oído, pero solo el silencio lo envolvía. Respiró profundamente y negó con la cabeza. Había entrado a esos callejones persiguiendo al desconocido y le había perdido.

-Maravilloso Jin, será mejor que salga de aquí y regrese a casa -dijo para sí mismo sintiéndose frustrado. Giró sobre sí mismo dispuesto a salir de allí, pero una pierna apoyada en la pared le cortó el paso. Estaba demasiado oscuro, solo la luz de la luna llena se colaba por los edificios que rodeaban los callejones. Se atrevió a levantar los ojos y reconoció la chaqueta. Su sonrisa se extendió por el rostro, tenía delante al chico misterioso, esa era una gran oportunidad.

-Ratoncito, parece que has quedado atrapado. ¿Me estabas siguiendo? -La voz gélida de Suga invadió el callejón, pero Jin no se movió ni un centímetro.

-Sí, ¿quién eres? Te vi en la comisaría esperando al tal Tae Min. ¿Escapabas de alguien? ¿Por qué parece que siempre te escondes en los lugares oscuros? Y no soy un ratón, por cierto. Si lo fuera, ¿eso en qué te convertiría a ti? ¿En un gato? -Suga no cambió su fría expresión, aunque no pudo evitar que las comisuras de sus labios se curvaran ligeramente. El recién llegado a Daegu parecía no darse cuenta de lo peligroso que era, ni del peligro que estaba corriendo paseando por las calles de la ciudad entrada la noche. Min bajó el pie que había apoyado en la pared frente a él para cortarle el paso a Jin y con un movimiento rápido el aprisionó entre la pared y su cuerpo.

The D caseWhere stories live. Discover now