CAPÍTULO 30: PRIMER MOVIMIENTO

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El nuevo inspector jefe seguía mirando aquellos papeles que le habían llegado hacía unos minutos desde Seúl. Eran órdenes directas de los jefes, pero no estaba de acuerdo con aquello. Seojoon no lo pensó y llamó directamente para hablar con el jefe de policía.

—Señor, he recibido el fax y creo que ha habido algún error.

—No hay ningún error inspector Park, son órdenes que debe cumplir. Creo recordar que su equipo de agentes está de vacaciones. Tal vez puedan ir a ayudarle en Daegu si se lo pide. Pero la orden es clara, un castigo ejemplar por no cumplir las obligaciones es lo que merecen esos inspectores. —Seojoon no pudo ni responder, el jefe de policía había colgado antes de que pudiera procesar todo lo que había dicho.

Se dejó caer en la silla de su nuevo escritorio y se pasó las manos por el cabello. Ni siquiera había podido ir a casa a dormir o darse una ducha, aquella noche había sido un auténtico caos. Y ese día no prometía ser mucho mejor. Miró de reojo aquellos papeles, no le gustaba el rumbo que había tomado la situación, pero su deber era cumplir las órdenes de los jefes aunque no las compartiera. Unos golpecitos en la puerta interrumpieron el hilo de sus pensamientos, pero cuando levantó la cabeza la persona que había llamado ya estaba dentro del despacho. Aquello le hizo sonreír, no era algo habitual que ni siquiera esperasen para entrar. Pero le sorprendió la persona que encontró frente a él.

—Jin, buenos días. ¿Puedo hacer algo por ti? —preguntó acomodándose, aquel chico le resultaba enigmático y en cierta manera refrescante.

—¿Has conseguido información después de interrogarles a todos? ¿Algún sospechoso? —Jin no lo pensó, simplemente dijo lo que quería decir sin adornarlo ni dar vueltas innecesarias. Había odiado ver a Yoongi completamente destruido y el mercado no había quedado mejor.

—Ninguno ha dicho nada, pero son claramente sospechosos y culpables. He revisado las cámaras que hay en el mercado y ellos fueron los que destrozaron todo. —Jin entrecerró los ojos y se sentó en la silla frente al nuevo inspector.

—¿De verdad crees que han pensado eso por ellos mismos? ¿Qué destrozar el mercado era su plan?

—No hay que ser muy listo para darse cuenta que siguen órdenes de alguien más. Pero no van a delatarle así que lo único que puedo hacer es mandarles a prisión preventiva y seguir investigando. —Jin sabía que Seojoon no era un tonto, tampoco había encontrado nada en su pasado que le hiciera desconfiar, pero no le conocía tanto como para considerarle un posible amigo. Así que pensó fríamente por unos instantes, debía hacer un movimiento que le ayudase a disipar sus dudas respecto al nuevo inspector. Necesitaba saber si era un aliado o alguien que habían mandado con la intención de terminar con ellos.

—Si piensas en alguien influyente en la ciudad, que siempre lleva seguridad y se pasea como si todo le perteneciera... creo que el alcalde podría ser sospechoso. —El inspector se sorprendió por aquellas palabras y no tenía claro si era información verídica o un anzuelo, de ser así, decidió picar.

—¿Min Yoongi? ¿Por qué crees que querría destrozar el mercado de la ciudad que está bajo su cuidado? Tengo entendido que hace poco se convirtió en alcalde. —Jin soltó un bufido, odiaba que usaran el nombre de su Yoongi para llamar a Agust. Ese ser despreciable no tenía nada que ver con el chico que le hablaba a Fresita por las noches y le reñía cuando intentaba saltar por la ventana.

—Llamémosle solo alcalde, por favor. Pues por el mismo motivo que hizo lo del burdel, debe obtener algún beneficio. —Aquello despertó la curiosidad del inspector, recordaba perfectamente el burdel, en especial al chico de mirada profunda que había detrás de la barra. Pero todo en aquel lugar le olía mal desde un principio.

The D caseWhere stories live. Discover now