Hanami - Juan Pablo Villamil

epílogo

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La Playa - La Oreja de Van Gogh

Ella brilla más que nunca, posiblemente más que cualquier persona que está aquí esta tarde

Está impoluta y aunque los nervios le revuelvan el estómago, increíblemente se encuentra tranquila de saber que está a punto de cometer la decisión más importante de su vida, porque sólo le espera un camino de felicidad

No podría ser de otra manera

Juega con la alianza dorada que llegó a su mano ya hace un par de meses, y se mira al espejo con una emoción difícil de explicar, porque le llevó bastante tiempo poder sentirse orgullosa de ella misma, y ahora mismo se pregunta si eso es lo que verdaderamente se siente

Una fina capa de maquillaje le cubre la piel, dejándola más lisa de lo que naturalmente la tiene, mientras que su cabello castaño cae liso por algo más debajo de sus hombros. Su vestido blanco de mangas largas y sueltas le queda como si estuvieran destinado para ella; y su escote, que empieza desde sus hombros, deja descubierto su pecho y allí la cadenita de una flor

Ella, que pensó que su vida jamás iba a volver a ser la misma, se da cuenta que tenía razón; porque nunca se sintió tan feliz, y nunca sintió que todo encajara tan perfecto como lo hace desde que él llegó a su vida

Clara larga una risa tierna cuando Tatiana toma una foto a su reflejo en el espejo, y eso me hace dibujar una sonrisa en el rostro. Aunque ella no me vea, yo la estoy viendo, tal vez me hubiera gustado que pasara de otra manera, pero las cosas son somo son

Se acerca a la ventana del hotel en dónde se está preparando, y observa con ansiedad a toda la gente que está en la playa que tanto les gusta, sentada en estas sillas blancas, esperando el momento tan deseado. Hay muchas flores de todos colores; tulipanes, camelias, margaritas...

Se detiene a verlas, como yo le enseñé

-Camelia- siento detrás mío, y volteo a verlo instantáneamente

Nando está parado frente a mí con una sonrisa, vestido con un traje negro que le hace resaltar sus ojos claros, y con un ramo de flores en la mano, que estira hacia mi una vez que me acerco los pasos que nos separan

En estos días tan especiales en donde podemos volver a sentir un poco lo que era vivir, el tiempo nos da un regalo y nos permite volver hacia atrás. Nos vemos exactamente iguales a aquel año en que nos conocimos, con veintitantos años

Lo cierto es que no importa cómo se vea, porque yo siempre lo voy a mirar igual, y él también

-Gracias, cielo- agradezco y deja un beso en mi mejilla- ¿Fuiste a ver a Juan?

-Si, parece un perro asustado- ríe él y me toco el pecho con ternura

Hoy se casa mi niño, y hay algo que mi corazón no logra encajar con la realidad, porque yo todavía sigo pensando en aquel que me despertaba en las noches para que lo cuide cuando tenía pesadillas

-Mira, allá viene- murmura Nando a mi lado

Dirijo mis ojos hacia donde él me lo indica y lo veo llegar. Se acerca riendo hacia el altar, probablemente de los nervios; con sus amigos tomándolo de los hombros y carcajeando junto a él. Él los llama familia, y para ser sincera, no puedo estar más de acuerdo con eso