cuarenta y uno

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Siento el ruido de la cafetera funcionando, y tan solo un segundo después, el olor a café llega a mi nariz; solo esas pequeñas cosas me bastan para hacerme sonreír

Cuando termino de abrir mis ojos con pesadez, luego de haber dormido bastantes horas, mis ojos se encuentran con la ventana de su habitación semiabierta, con una brisa suave y cálida que entra por allí, flameando la cortina color oliva

No despierto en sus brazos, no todas las mañanas son así, pero sé que está esperándome en la cocina y eso me gusta tanto que mi día no puede tener un comienzo más perfecto. Ya pasó un mes que decidí que mis mañanas iban a ser así; a veces me despierto en su habitación, otras veces en la mía con él en mi cama, e incluso cuando nos toca estar lejos, con una de sus llamadas o mensajes

Y aunque solo hayan pasado treinta días, no puedo imaginármelo de otra manera, no podría ser de otra manera

Estiro mi cuerpo, saboreando los últimos segundos de estar enrollada en las sábanas cálidas, y luego me levanto. No sin antes mirarme al espejo y arreglar mi cabello alborotado con las manos, porque él despierta tan impoluto y perfecto siempre que me siento en desventaja

Mis pasos son sigilosos en el pasillo, hasta que lo veo de espaldas a mí en la cocina, cantando muy bajito una canción que escuchamos en la radio hace unos días

Tengo un leve recuerdo de hace un tiempo en la cabeza que llega cuando lo veo así; en mi cumpleaños, cortando un pastel que su abuela le había pedido que llevara. Esa tarde que me dijo que no me odiaba, y luego se presentó en mi casa con un ramo de flores

Sonrío al pensar lo complicado que me lo imaginaba en mi mente, y ahora mi relación con él es tan fácil como dar unos pasos hacia donde se encuentra, y encerrar mis brazos en su cadera

-¡Hey!- es su saludo, porque mi agarre lo sorprende

Voltea su cabeza para verme y apoyo mi mejilla en su espalda desnuda una vez que agarra mi mano

-Iba a llevarte el desayuno a la cama- murmura, girando su cuerpo para posicionarse frente a mí

Villa sonríe y me toma de las mejillas para atraer mi rostro al suyo, y plantar un beso dulce en mis labios con sabor a naranja; que logro entender una vez que noto dos pedazos de pastel de naranja en la encimera, con un par de tazas vacías

-Cantas muy lindo- murmuro, escondiendo mi nariz en su cuello

-¿Si?

-Si- susurro, y dejo de escuchar lo que dice cuando me pierdo en su perfume y la tibieza de su piel

-Clara...¿Me estás oyendo?

-Si

-¿Entonces que dije?- cuestiona, y sin verlo, puedo notar que sonríe

-Que me amas mucho

-No dije eso, florcita

-Pues deberías, ¿Acaso ya no me amas?

-A ti te amo más que a todo, pero deberías de escucharme

Mi rostro sale de mi escondite y me vuelve a regalar una sonrisa cuando nuestros ojos conectan

-Estoy muy enamorada- digo y carcajea

-Escúchame, malcriada- pide

Juan Pablo me toma de las caderas para subirme a la mesada de un salto, y yo no puedo dejar de mirarlo con asombro y amor, porque parece que se despertara más guapo cada mañana

-¿Esto es más importante que la declaración de amor que podría hacerte en este momento?

-Pues...no lo sé, considerando que estaría encantado de escuchar tus declaraciones por el resto de mi vida...

Suspiro al escucharlo, con las comisuras de mis labios levantándose automáticamente

-...y que mis amigos quieren que vayamos a tomar algo con ellos hoy a la noche, creo que la declaración puede esperar

Mi sonrisa se borra de inmediato

-¿¡Por qué no me lo has dicho antes?!

Juan Pablo me observa con incredulidad

-De hecho, traté hace un minuto, pero estabas muy ocupada mirándome

Lo miro con reproche, pero eso no hace más que divertirle

-Tus amigos quieren conocerme- hablo con nerviosismo

-Han escuchado mucho de ti, ya es hora- dice y mis mejillas arden- Bueno, Simón ya te conoce, y técnicamente, Nath también. Solo quedarían Martín y Nia...

Mi cabeza vuelve a crear una burbuja a mi alrededor y lo dejo de escuchar, pero tan atento, él la descubre y la pincha tan solo unos segundos después

-¿Estás nerviosa?

-No- miento

Él inclina su cabeza, con una ceja alzada y una sonrisa a medio aparecer

-Son muy importantes para ti, me da miedo caerles mal

-Tu también eres importante para mi

Suspiro, mirando sus ojos verdes acercarse a los míos una vez que apoya su frente junto a la mía

-Si no quieres hacerlo todavía, puedo decirles que...

-No, claro que iremos- digo sin nisiquiera pensarlo- Sólo son nervios

-Te van a adorar- susurra, inclinándose a mi mejilla para dejar un beso

La cafetera deja de sonar, y yo apoyo mi cabeza en su pecho, sintiendo las caricias de sus dedos largos y flacos en mi cabello

-Son mi familia, Clari- murmura Villa- Sé que me entiendes cuando digo que aunque no compartimos sangre, son mis hermanos. Traerte a ellos es como traerte más a mi, a lo más valioso que tengo, y quiero hacerte parte

Yo tan solo asiento, escuchándolo hablar con esa voz tranquila y suave que me hace vibrar el corazón

-Gracias- dice él y yo niego

-Soy tu novia, no tienes que agradecermelo, quiero formar parte de tu vida como tu formas la mía

Hay un lapso de silencio que él se encarga de romper con su risa

-¿Qué?

-Nada- niega

Levanto mi cabeza para encontrarme con un Juan Pablo sonriente, que ríe más aún cuando clavo las puntas de mis dedos suavemente en sus costillas

-¿De qué te ríes?

-De que eres mi novia- responde y alzo mis cejas

-¿Eso es algo divertido para ti?

Vuelvo a hacerle cosquillas y él se separa apenas para tomar mis muñecas con fuerza, inmovilizandome. Se me escapa una risa cuando vuelve a mis labios y me besa con brusquedad, que imito hasta que él cae en las risas también

-No es divertido, es lo mas hermoso que me ha pasado

Sonrío con ternura y esta vez soy yo la que se acerca a besarlo, suave y lentamente

Recuerdo que Camelia solía comparar la vida con las flores y decía que, cuando una flor se marchitaba, otra crecería para poderla contemplar

Pero es que no importa cuantas veces mi vida se marchite y vuelva a florecer, yo siempre volvería a él

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el próximo es el epílogo <3

Hanami - Juan Pablo VillamilOnde histórias criam vida. Descubra agora