veintiocho

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Clara larga un suspiro lleno de frustración y río un poco, porque eso es lo único que ha hecho desde que llegamos a la tienda. Definitivamente elegimos venir a un especie de second-hand, porque ninguno de los dos podría pagar un vestido, o traje, caro en una tienda de New York

La de ojos color miel revuelve entre las perchas, tratando de conseguir un vestido que le guste, pero no le ha dado un afirmativo a ninguno de los miles que hay en la tienda

Yo opté por un traje negro y una camisa blanca que vi desde la vidriera, así que me dispuse a ayudarla a conseguir un atuendo que sea de su agrado, aunque eso me cueste sus resoplidos que lejos de molestarme, me dan ternura

-¿Y si no vamos?- propone, frenando sus manos entre las perchas

-Hay que ir, está en la lista- respondo y vuelve a suspirar

-¿Te das cuenta que estamos haciendo todo esto, y quizás ni nos dejen entrar?- cuestiona Clara y niego rotundamente

-Confía en mí, lo vamos a lograr

-¿Cómo estás tan confiado?

Una sonrisa crece en mis labios y abre sus ojos de par en par

-¿Ya lo has hecho?

-Tenía quince años y lo logré, creo que puedo hacerlo mejor ahora- digo sincero

-¿Fuiste solo?

-Con Simón- río al recordarlo- Él tenía el mismo pánico que tú, no sabía que ponerse

-Y eso que ustedes lo tienen fácil- se queja, volviendo a revisar las prendas- Se ponen un traje y listo, ya no necesitan hacer más nada

-No es tan fácil- contesto negando- ¿Crees que con ese traje de allí me vería bien?

Señalo un traje estampado de diferentes colores, y Clara carcajea

-Lo pensé ni bien pusimos un pie aquí adentro- dice ella

-¿Me vería terrible, verdad?

-No...

Entrecierro mis ojos y vuelve a reír

-Mentirosa

-Está bien, no sé si horrible, pero prefiero lo clásico- excusa- De todas formas, nosotras lo tenemos más difícil

-Clara, te vas a ver bien con cualquier vestido que elijas- comento distraído

Mis mejillas arden cuando me doy cuenta de lo que acabo de decir, y en el hecho de que ella detiene sus hermosos ojos en mí por un segundo

-¿Qué tal éste?- hablo rápidamente, para cambiar de tema

Alzo un vestido blanco hacia Clara, con mangas largas y anchas, y una parte inferior que no le llegaría más que a las rodillas

Hace una mueca al verlo

-No puedo ponerme algo blanco en un casamiento- dice con lástima, volteandose a buscar nuevamente

Dejo la prenda donde estaba, y luego me acerco a una de las vendedoras que está cerca nuestro

-Buenas tardes, ¿Podría ayudarnos?- le pregunto, claramente en inglés, y me sonríe amablemente

Puedo de ver de reojo a Clara con una cara extrañada, es que no entiende nada de lo que estoy diciendo

-Por supuesto, ¿En qué puedo servirles?

-Ella está buscando un vestido pero no encuentra ninguno que la convenza- la señalo y la vendedora asiente, mirándola detalladamente

Hanami - Juan Pablo VillamilOnde histórias criam vida. Descubra agora