Tengo a Zoe, frente a mí. Sus ojos están rojos, las lágrimas corren por sus mejillas, por lo que estás lucen completamente mojadas. Pero eso no es nada, lo que me causa inquietud y angustia es el hematoma de color morado que yace sobre su mejilla izquierda.

Sin dudar un solo segundo más, me acerco completamente a ella. Tomo su rostro con cuidado entre mis manos, mientras que ella toma mis muñecas con sus pequeñas manos.

– Zoe, ¿Qué te pasó? – Pregunto y siento mi respiración agitarse. Me siento terrible por verla así.

Ella cierra sus ojos por unos segundos y rápidamente vuelve abrirlos. – Harry...– Ella apenas y murmura, cuando siento su cuerpo acercarse a mí para envolverme con sus delgados brazos.

Respondo rápidamente a su abrazo y dejo que sus sollozos continúen mientras su cabeza se sostiene contra mi pecho. – Ya pasó, Zoe... ya pasó. – Acaricio su cabeza.

No soy consciente del tiempo que pasamos en esta posición hasta que mi celular comienza a sonar. Zoe se mueve lentamente para dejarme tomarlo y contestar. Miro en la pantalla el nombre de Kendall y me doy cuenta que casi me olvido del compromiso que tenemos hoy.

Deslizo mi dedo por la pantalla y contesto. – ¿Sí? – Noto que mi voz sale un poco profunda y por lo bajo.

– ¡¿Dónde demonios estás, Harry?! ¡Son casi las ocho y media! – Kendall me grita a través de la bocina del teléfono.

Aclaro mi garganta. – Lo sé, lo siento solo... se me atravesó algo. – Le contesto con intención de que Zoe no malinterprete mis palabras y crea que es un problema para mí.

– ¡Me importa una mierda lo que haya pasado! ¡Te quiero aquí, ahora mismo! – Tras decir esto, la llamada se termina dándome cuenta que ella ha colgado.

Suspiro y guardo mi celular donde estaba la primera vez. Siento a Zoe levantarse con una mueca de dolor. Rápidamente, imito su acción y también me levanto.

– ¿Qué sucede? – Murmuro por lo bajo. Estoy preocupado por verla así.

– Nada, no te preocupes Harry, pero creo que tienes que irte. – Ella me dice en un tono un poco divertido, a lo que a mí no me parece divertido, mucho menos después de verla así.

– Olvida eso, Zoe. ¡Mírate! – Mi tono de voz de eleva, sin poder evitarlo.

Ella me mira fijamente mientras yo también lo hago. Con cuidado, limpia con sus manos las lágrimas que siguen cayendo por sus mejillas.

– Ya hiciste mucho por mí hoy, Harry. – Medio sonríe. – Anda, ya vete. Tu novia te espera. – Zoe se da media vuelta y con un poco de dificultad, comienza a caminar.

Camino a ella y con sumo cuidado, la tomo del brazo. – ¡Espera Zoe! – Ella se detiene, alejando su brazo de mi agarre.

– Por favor, Harry. – Ella me mira y en sus ojos no hay nada más que suplica. Sin decir nada más, comienza alejarse de mí.

Me quedo en el mismo lugar por unos segundos, observando como la figura de Zoe cada segundo que pasa se aleja más y más. Siento una impotencia dentro de mí y no entiendo porque.

Es como si tuviera un mal presentimiento, no me gustó ni mucho menos me pareció normal que Zoe tenga ese moretón en su rostro. Realmente no quiero pensar lo peor, sobre todo no quiero pensar sobre en que su novio la toque.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando mi celular comienza a sonar. De mala gana lo saco de mi pantalón mientras camino al elevador. En la pantalla me indica que es mi padre y contesto rápidamente.

Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO • Where stories live. Discover now