FINAL

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Pasó un cierto tiempo desde aquel suceso donde falleció Yerin, aunque ella les hizo mucho daño, decidieron enterrarla junto a su hijo. Tal vez así pueda encontrar la paz que necesitaba. Ella había hecho todo eso por su hijo, buscó culplables en quienes no tenían nada que ver. Lamentablemente la muerte de Daniel, hizo que perdiera la cordura y buscara venganza en quienes ella creía que tenían la culpa.

Por otro lado, Yoongi se sentía feliz y tranquilo, hace algunos meses atrás dio a luz a su pequeño Park SeokJin. Había dejado en pausa la universidad para dedicarse a sus hijos, cuando ambos estén un poco más grandes volvería a retomarlo, Jimin estuvo de acuerdo con la idea, así que todo iba de la mejor manera en la vida de ambos. Además de que hace poco ya se había cambiado de apellido así que ahora ya era oficialmente un Min.

— Jimin, solo te dije que preparas el biberón no que hicieras una mezcla de pastel — trató de calmar a su hijo quien lloraba por falta de comida

— pero lo hice como me dijiste amor, nose que cosa salio mal — dijo mirando el biberón — creo que fue sabotaje.

— se lo dije señor Yoongi, nunca deje que que jefe prepare la leche del bebé — apareció Beomgyu cruzado de brazos — deme eso, yo lo hago — le quitó el biberón — ahora vuelvo, pequeño Jin

— ya bebé, shuuu — lo seguía arrollando hasta que llegara su biberón — no, no... ya no llores — se sentó en el sofá

— Jin, no llodes — le mostró un juguete y lo movió llamando la atención de su hermano — mida hermanito juguetito

— eres muy buena con tu hermano cariño — Jimin cargó a su hija para luego sentarla en sus piernas.

Luego de unos minutos Beomgyu llegó con el biberón, esta vez mejor preparado. Ni bien la boca del bebé tocó el chupón, empezó a tomar como si lo hubieran dejado de dar comida desde que nació.

SeokJin ya tenía cinco meses de nacido y era un niño tranquilo aunque había días que le daba sus rabietas y nadie podía controlarlo, a excepción de Ryujin. Jimin decía que tenían que estar preparados para cuando Jin creciera, porque ya sabía lo que se le venía con sus dos hijos juntos haciendo travesuras, sin contar a Namjoon que los visitaba casi diario y obvio Beomgyu, que parecía otro hijo más.

Una vez que por fin Jin de durmió lo llevaron hasta su habitación y lo dejaron en su cuna. Yoongi se quedó mirandolo a su hijo por un largo rato. Le gustaba mucho verlo dormir, se veía tan calmado, era todo un angelito.

— es hermoso, ¿no? — aprecio Jimin, abrazándolo por detrás.

Yoongi giró un poco su cabeza para darle un beso — ¿Ryujin ya se durmió?¿la arropaste? Esta corriendo aire y su cuarto es un poco frío.

— tranquilo mi amor, encendí un poco la calefacción — le dio la vuelta para poder besarlo mejor — dentro de unas hora estaremos solo tu y yo en una cabaña disfrutando de nuestro compromiso — le tomó de la mano para besar el anillo

— como se que apenas lleguemos a la cabaña no me dejaras tranquilo ni un segundo, hice un lista de actividades que podemos hacer‐ — lo interrumpió con un beso

— Yoongi, tu y yo sabemos que iremos para hacer el amor sin interrupciones, adelantaremos nuestra luna de miel.

— mientras no me hagas otro hijo, yo no me quejo — le tomó de la mano — vamos a la habitación, me falta empacar algunas ropas

— pero para que, si estarás desnudo la mayor parte del tiempo

Yoongi con la cara roja le dio un ligero golpe en el pecho de su prometido y se fue hasta su habitación. Jimin soltó una carcajada y lo siguió, a pesar de que Yoongi era alguien que en pleno acto de amor, decía y hacia cosas "vulgares y sucias" que hasta proponía muchas cosas y posiciones, siempre después de eso o en cualquier otro momento se volvía un pequeño gatito avergonzado, tierno y delicado.

Al dia siguiente Yoongi y Jimin estaban en entrada de casa, dando las últimas indicaciones para esos dos días que no estarían en casa.

— ...y por favor, traten de no incendiar la casa — terminó de decir

— jefe Jimin, confíe en nosotros — respondió mientras le daba la leche a Jin

— mejo dicho, cofia en mi papitos

Jimin dio un largo suspiro y luego de darle un beso a sus hijos, salió de la casa junto a Yoongi, quien solo esperaba no tener ninguna llamada de la ambulancia, policía o los bomberos en esos dos días.

— nose si cuando lleguemos vamos a tener una cada donde vivir — sonrió Jimin

— tranquilo amor, llamé a mis padres y les dije que vengan mañana a cuidarlos

— ¿mañana?

Ni bien dieron un paso, dentro de la casa se escuchó un fuerte estruendo, como si algo grande se hubiera caído y solo segundos después, escucharon el sonido de cuando se caen los vasos o platos.

La pareja se miraron por un segundo y luego voltearon a ver la casa — les llamaré para que vengan hoy mismo — Jimin asintió y subieron al auto, querían disfrutar de aunque sea un día solos y nada les iba a arruinar su viaje, ni siquiera el desastre que seguro encontrarían cuando llegaran a su casa.

Yoongi caminaba por el gran sendero de grass con un ramo de rosas moradas en una de sus manos y una bolsita en la otra

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Yoongi caminaba por el gran sendero de grass con un ramo de rosas moradas en una de sus manos y una bolsita en la otra. Era la primera vez que iba solo a ese lugar a visitarla, siempre tenía en mente ir, pero no sabía que hacer o que decir. Cada vez que iba con Jimin, él siempre se quedaba en silencio.

Al llegar a su destino, sacó las rosas que ya estaban ahí y colocó las nuevas, cambiando también el agua para que las flores se mantengan lo más frescas posibles.

— hola, debe ser extraño verme aquí solo, la verdad es que lo pensé mucho y no es que no quiera, solo que... nose que decirte, así que escribí algo — sacó un hoja de su bolsillo — pero creo que es una tontería — sonrió y lo arrugó — oh si, te traje algo — agarró la bolsita y sacó una mantita — esto te pertenece, yo tengo una igual, mamá dice que fueron hechos solo para nosotros — dejó la mantita dejado del florero para que le viento no se la llevara — me hubiera gustado conocerte, aunque si eso hubiera ocurrido, yo no estaría con Jimin... no te molesta, ¿verdad? Porque yo en serio lo amo — de sentó en el grass — te juro que yo no sabía nada cuando me enamoré de él, así que no soy un mal hermano — sonrió — por cierto, Ryujin cada vez esta más grande, hace poco celebramos su seis añitos... tienes una hija preciosa y muy inteligente, ¿sabes por qué? Ella sabía que yo no era su verdadera mamá, pero aun así me aceptó y también a mi hijo, te prometo cuidarla como si fuera mi propia hija, le daré todo el amor, que seguramente tu le hubieras dado — se puso de pie — ya tengo que irme, Jimin esta en la universidad y dejé a Beomgyu con los niños, aunque también está Jungkook... esos dos parecen como si fueran mis hijos — se limpió su pantalón — adiós hermana, te prometo visitarte más seguido, me gusta hablar contigo — se despidió y caminó alejándose de aquella lápida de mármol en el suelo que tenía la  foto de Yoonji y una inscripción que decía solamente "Min Yoonji" en grandes letras doradas.

¡Mi corazón te pertenece! (jimsu) Where stories live. Discover now