XXVIII

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Pasaron algunos meses desde que Jimin habló con el abuelo Kim, no sabía si era bueno contarle a su suegra o talvez aún no era el momento. Estaba seguro que la señora Misuk y el señor Youngsoo se sorprenderán bastante cuando les cuente todo la verdad. Pero ahora que lo pensaba tal vez sea importante averiguar sobre la supuesta madre de Yoongi, si está o no involucrada en esto, tenía que saberlo.

— ¡amor! — entró muy feliz a su oficina— mira lo que logré

— felicidades mi amor — miró con alegría la medalla de primer puesto que había ganado por su participación en las olimpiadas de matemáticas — estoy muy orgulloso de ti Yoongi

— merezco un premio — cerró sus ojos y estirando un poco su boca esperó un beso que Jimin no tardó en darle — ah, Jimin... te quería pedir algo.

— claro amor, dime

— hoy... hay una reunión en la casa de un amigo, ¿podemos ir?

— Yoongi

— vamos Jimin, solo será un rato y nos regresamos, porfis — junto sus manos manos en forma de suplicas

Jimin sabía que no podía negarse en nada cuando a Yoongi o Ryujin se refiere, aunque intentase ser fuerte — bien, iremos, pero solo un rato

— si, gracias Jimin hyung

Las horas pasaron y tanto Jimin como Yoongi ya estaban listos y en camino a la casa de su mejor amigo. Quería que fuera oficial la relación con Jimin e ir a la casa de Hoseok lo hacia como tal. Además de que él ya los había visto besándose y este le obligó a contarle todo.

— llegaron — dijo feliz — pasen, pasen

— no me dijiste que la reunión era en la casa de uno de mis estudiantes — le susurró a Yoongi

— tranquilo profesor, Yoongi ya me contó todo — dijo relajado — no debe de preocuparse, mi boca es una tumba

— más te vale, porque puedo reprobarte el año

— esa era la amenaza que no quería escuchar, usted da miedo profesor

— no tanto, Jimin es muy lindo, tierno y adorable, ¿verdad amor? — lo abrazó dándole varios besos

— se ven tan lindos — chilló emocionado — aunque usted sea mayor

— solo son ocho años, no es mucho Hoseok — se cruzó de brazos

— bueno, bueno, comencemos la reunión, tengo algunos juegos de mesa — fue hasta el armario y sacó varios juegos — dentro que poco llegará mi novio — dijo feliz — ah si, déjeme decirle profesor, que no vale decirme que me va a reprobar si le gano en algún juego

— no prometo nada joven Jung — se sentó junto a Yoongi alrededor de la pequeña mesa de centro.

La puerta era insistentemente tocada, Beomgyu fue a atenderlo ya que Yoongi llevaba a Ryujin a dormir luego de una tarde de juegos

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La puerta era insistentemente tocada, Beomgyu fue a atenderlo ya que Yoongi llevaba a Ryujin a dormir luego de una tarde de juegos. Jimin había salido por una reunión que tenían todos los tutores en la universidad, quizás por las actividades de fin de año

— buenas tardes, ¿busca a alguien? — preguntó a la señorita parada frente a él

— ya te olvidaste de mi Beomgyu — se quitó los grandes lentes de sol

— Señorita Jia, que gusto... pensé que estaba en Italia

— vine de vacaciones — entró a la casa

— y que le trae por aquí — la siguió hasta la sala

— vine a ver con mis propios ojos si lo que escuché era verdad

— a que se refiere señorita Jia

— escuché algunas cosas — dijo sonriente — cuando estuve en la casa de mi tía, Ryujin dijo que su mamá estaba aquí

Beomgyu se quedó paralizado ante eso, su jefe le había dicho que por ahora no mencionaria nada sobre Yoongi, ya que podría ser un poco complicado de explicar. Y que quería encontrar el momento perfecto para eso.

— Beomgyu, ¿quien era? — justo en ese momento llegó Yoongi

— vaya — dijo sorprendida — esto es impresionante — miró a Beomgyu — ¿podrías dejarnos a solas?

Beomgyu miró a Yoongi y luego a Jia, aunque quería negarse no podía hacerlo, él solo era un empleado que tenía que obedecer a lo que se le ordenara. Con una reverencia los dejó a solas, esperando que nada saliera mal.

— disculpa, pero ¿quien eres tu?

— soy Choi Jia, la prima de Jimin

— un gusto, yo soy Kim Yoongi

Jia comenzó a reírse, pareciendole gracioso todo eso — esto debe ser una broma, mi primo si que se paso, osea... está bien que él quiera rehacer su vida, pero... esto es una locura

— no entiendo, a que te refieres

— yo sabía que Jimin estaba demasiado enamorado de Yoonji, pero ¿buscarse a alguien igual a ella? Creo que tengo que hablar con él

— ¿Yoonji? Ella es...

— la esposa de Jimin, mira niño... esto no le hace bien a mi primo, tiene que dejar ir a Yoonji

— y que tiene que ver conmigo, ella murió y yo

— y tú, te pareces a ella — interrumpió — lo que trato de decir es que, Jimin esta tratando de que el recuerdo que su esposa no muera y al parecer mi primo encontró a alguien idéntico a ella para llenar ese vacío que dejó la muerte de su esposa — sacó de su bolso una foto.

Yoongi tomó la foto y no podría creer lo que estaba viendo, era como si se estuviera viendo a él mismo, pero con el cabello más largo

— adivino... tú te estas haciendo pasar por la madre de Ryujin — Yoongi volvió a mirarla — creo que mi primo aun no le cuenta la verdad a Ryujin y te está usando para hacerle creer a mi sobrina que su madre nunca murió

Yoongi se quedó callado sin saber que decir o refutar — ella no puede ser la esposa de Jimin, si soy yo el de la foto

— la verdad es que si es extraño... pero no importa ahora ya que no esta bien que me primo te este usando solo como un escape de su realidad, se ve que eres un buen chico y creo que no estás como para ser solo un simple reemplazo.

Jia se volvió a poner los lentes y salió de la casa, dejando a un destruido Yoongi parado en medio de la sala.

¡Mi corazón te pertenece! (jimsu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora