XIX

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Jimin llegó a su casa con muchas ideas en su cabeza, la historia que le contó su suegra, ese niño podría ser acaso... ¿Yoongi? Y si así fuera, Yoongi había vivido 20 años alejado de su verdadera familia. Aunque no podía sacar conclusiones, tal vez solo sean coincidencias, primero tiene que saber un poco sobre Yoongi. Antes de confesarle a sus suegros que probablemente su hijo nunca murió.

— al fin llegas, ¿dónde estabas?

— ¿ya estas controlandome? — dijo con una media sonrisa

— y-yo no, ehmm... no me refería a eso

— solo bromeo — respondió con una sonrisa, al parecer se le estaba haciendo una costumbre con Yoongi — tenía algo importante que hacer

— entiendo — dijo soltando un largo suspiro

— ¿te pasó algo? Pareces como si hubieras corrido una maratón

— solo puedo decir que, no entiendo como es que una niña de cinco años pueda tener tanta energía

— ¿un joven de 20 años no puede con una pequeña niña? Te cansas muy rápido Kim

— hey... en mi defensa no suelo hacer mucho ejercicio.

"Hasta en eso se parecen"

— pues deberías considerarlo

— estoy muy cansado — se acercó a su profesor y posó su frente en el pecho contrario. Yoongi era alguien que agarraba confianza muy rápido. A veces le traía algunos problemas, como cuando conoció a Taehyung.

Jimin estaba apunto de rodearlo con sus brazos pero unos pasitos corriendo hacia ellos, hizo que se separan.

— ¡papitos! — gritó feliz — ¡papitos, adivinen, adivinen!

— dime cariño, que pasa — cargó a su hija

— Bomyu, dijo que hay fedia, vamos papitos vamos.

Yoongi miró mal a Beomgyu quien estaba parado a unos metros como una sonrisa maliciosa, él sabia que había estado jugando toda la mañana con Ryujin, además la noche anterior había estado en una fiesta, su cuerpo pedía descanso — vayan, ustedes... yo tengo que reponer energías

— no seas aguafiestas señor Yoongi, vamos — le tomó del brazo y salieron de la casa

— esta me la pagas Beomgyu y créeme que mis venganzas son terribles.

— suba al auto señor Yoongi

Este le sacó la lengua y haciendo protestas subió al auto junto a Ryujin y Jimin.

No pasó mucho para cuando llegaron a una colorida feria, donde había juegos, puestos de comida, atracciones mecánicas, un lugar muy bonito.

— papi, subamos a ese — señaló una atracción de tazas giratorias

Los cuatro se subieron y Yoongi sujetó muy bien a Ryujin. Iban de atracción en atracción, algunos donde podían subir con Ryujin y otros donde solo se subian los adultos, en esos solo iban Yoongi y Beomgyu, ya que Jimin se quedaba cuidando a Ryujin y con cuidar se refería a que tenia un poco de miedo de subir.

— eres un cobarde Beomgyu — escuchó a Yoongi — gritaste como niña

— claro que no, grité como hombre

— mami, mira... vamos allá — señaló un lugar donde las personas se colocaban donde había varios agujeros en el suelo. Caminaron hasta allí y notaron que de los agujeros salía agua, se veía divertido, pero no quería mojarse.

— vayan ustedes yo me quedo aquí

— es mejor ir los dos — Jimin dejó a cargo a su hija con Beomgyu, mientras él tomaba de la mano a Yoongi y se lo llevaba

— ¡Jimin, no!¡No quiero mojarme! — gritaba — ¡Jimin, ya déjame! ¡aaaah, noo! — se abrazó a Jimin una vez que el agua empezó a salir — ¡Jimin!

Jimin carcajeo e hizo que a Yoongi le cayera la mayor cantidad de agua posible.

— ya Jimin — también comenzó a reírse, comenzaron a jugar con el agua como si fueran unos pequeños niños — oye eso no es justo — quiso tirarle agua, pero al momento de querer voltearse casi se resbala.

Jimin tuvo que sujetarle de la cintura para que eso no pasara, al momento de levantar su rostro, Yoongi se quedó mirándolo directamente a los ojos.

Jimin estaba como hipnotizado, tener a Yoongi tan cerca, ver más cerca eso ojos cafés, puede que sea muy parecido a ella, pero su ojos, eran un poco más claros... eran simplemente perfectos.

Fue acercándose poco a poco a esos delgados labios rosados, solo un poco más, unos centímetros y probaría esos apetecibles labios...

— ¡Yo también quiero papitos! — la pequeña niña hizo que ambos se separan abruptamente

— c-claro, ven pequeña — la cargó, Jimin se puso detrás de él abrazándolo por la cintura, esperando a que salga el agua. Yoongi voltió un poco el rostro, volviendo a toparse con el de Jimin quien también lo estaba mirando.

Yoongi se había terminado de bañar, tenía tantas cosas en su cabeza, fue un día demasiado largo y agotador

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Yoongi se había terminado de bañar, tenía tantas cosas en su cabeza, fue un día demasiado largo y agotador. Caminó hasta el balcón de la habitación, era una noche bastante cálida.

— ¿respirando aire puro?

— ¿de Seúl? No lo creo — sonrió

— es una linda noche — se puso a su costado sosteniendo el barandal — ¿te puedo hacer una pregunta?

— claro Jimin hyung

— como era tu vida en Hawái

— pues normal, solo éramos mi madre y yo, estudie en una de los mejores colegios gracias a una beca.

— ¿sabes en que hospital naciste? — soltó derrepente

— la verdad, no se nada sobre mi nacimiento, a mi madre no le gusta hablar sobre eso, pero tampoco es que quiera indagar sobre ello, no creo que sea tan importante.

Jimin asintió si preguntar más, miró el lindo y delicado perfil de su estudiante — te ves bien

— tiene buen gusto para elegir pijamas Jimin hyung

— yo creo que a ti todo te queda bien

Volvieron a mirarse sin decir nada más, poco a poco sus rostros se fueron acercando, Jimin solo esperaba que esta vez nadie los interrumpiera.

Yoongi cerró sus ojos y sintió los gruesos labios de Jimin tocando los suyos, era un beso suave y lento, era magnífico.

¡Mi corazón te pertenece! (jimsu) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt