XLVI- La primera noche.

Start from the beginning
                                    

Y es que... seré sincero: Creí que el tema del sexo estaba más que dominado. El sexo es sexo, en todas partes del Continente. Aquí, en un lugar perdido del bosque, y en el desierto de Korath. Sólo tenía que desvelar el secreto, ver lo que era en realidad y no en mis fantasías. Para conocer a Ailith en la cama, sólo teníamos que hacerlo.

No sabía cómo sería, pero sabía que me gustaría. Lo que no esperaba era que el puto cosmos se doblase sobre sí mismo y que absolutamente todo pasaría a brillar y a valer la pena.

Como cuando la besé tras casi morir en Temeria, como cuando la escuché decirme "Te amo, Geralt". Pero multiplicado por mil.

Y mientras la observo, embelesado, acostada sobre mi cuerpo con una sonrisa relajada y feliz, recuerdo todo lo que pasamos para llegar hasta aquí y puedo decir que ha merecido la pena.

Y me pregunto que he hecho bueno en esta vida para que el destino decidiese que merezco esto.



Ronronea sobre mi pecho cuando nota mi mano, que no puede quedarse quieta mucho tiempo, acariciar su espalda en toda su longitud, desde su nuca, apartando con delicadeza su cabello hasta rozar el inicio de su trasero.

Comienzo a dibujar formas invisibles sobre su piel mientras me pierdo en mis pensamientos sobre ella, disfrutando de su tacto, calor y esencia en la más pura tranquilidad y dicha.

Y cuando me enfoco en su rostro, veo que me observa con esos ojos lavanda, tan vivos como lo eran los verdes de cuando era humana. Cuando me sonríe relajada, sin ningún muro defensivo, la estancia parece iluminarse como un mediodía de verano soleado.


-¿Qué ocurre?- Susurro quedo, completamente relajado, sin barreras, no queriendo romper la quietud.


Su mano sube por mi abdomen hasta mi pecho, acariciando mi carne y deteniéndose justo donde late mi corazón, a un ritmo inhumanamente lento, para un tiempo después continuar por mi clavícula y mi brazo hasta mi mano, enfrentando palma con palma y jugueteando con los dedos hasta entrelazar los de ambos, recreándose en el tacto y en las sensaciones.


-Me tocas, y de repente me siento un poco menos desgarrada por la guerra. No estoy segura de cómo debe sentirse la paz, pero creo que se parece mucho a ti.- Confiesa en un murmullo.


Entrelazo nuestros dedos con fuerza mientras siento mi pecho hincharse. Siempre he aspirado a ser su lugar seguro, pero la vida que le tocó y sus enemigos me hicieron pensar que por mucho que lo intentase, ella no podría tener uno por sus sombras pendiendo todo el rato.

Pero aquí estábamos: éramos el lugar seguro del otro. Lo único que necesitábamos eran nuestros cuerpos pegados para guarecernos.

La alzo para acercarla a mi boca y besarla de nuevo. Nos besamos lánguidos y perezosos, nuestros músculos relajados aún del primer orgasmo, y disfruto del sabor de su lengua en el interior de mi boca y en la punta de la mía.

Me siento crecer rápidamente, preparado de nuevo para hacerla mía. Una de mis manos agarra su cabello en un puño, para acercar más su rostro al mío y devorarla mejor, aunque sea físicamente imposible. La otra, baja hasta su trasero y lo aprieto con ansia, notando la suavidad de su carne y a la vez la tensión de su músculo.

La muevo hasta alinear nuestros centros para que sienta lo preparado que estoy para ella, y noto lo preparada que ella está para mí cuando su calor húmedo encuentra la dureza de mi sexo.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficWhere stories live. Discover now