XXVIII - Renacer.

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Me esperaba muchas cosas cuando llego al salón del baile, pero desde luego, no que esté vacío

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Me esperaba muchas cosas cuando llego al salón del baile, pero desde luego, no que esté vacío.

La desconfianza y la alerta ponen los vellos de mi nuca de punta, e intento buscar explicación. ¿He llegado tarde? ¿He llegado demasiado temprano? ¿Una broma cruel?

Enfurecida, me doy la vuelta para salir por las intrincadas puertas, pero, entonces, un rayo cegador me golpea y pierdo la consciencia.



Vuelvo en mí con un jadeo, con la adrenalina picando por todo mi cuerpo, como un animal enjaulado. Y eso es lo que soy.

Me despierto en una camilla de tortura, unas rudimentarias tablas a las que estoy fuertemente atada de pies y manos. Grito con rabia, hiperventilando por el miedo.

Hago un barrido rápido, estoy en una mazmorra, pobremente iluminada, llena de artefactos de alquimia, probetas de vidrio para pócimas, matraces, decantadores.

El olor sulfúrico de la magia pica en mi nariz. Tiro de las cadenas sin éxito, pero algo pincha la flexura de mi codo.

Mis ojos vuelan hacia allí y descubro con horror una aguja insertada con un tubo que saca mi sangre. Comienzo a gritar y a revolverme, más asustada de lo que nunca estuve en mi vida.


-No gastes energía, niña. Es inútil. - Los ojos helados de Stregobor me taladran tras aparecerse. Cuando le enseño los dientes furiosa, su barba tiembla con una risa sardónica.

- ¿Qué es esto? ¿¡Qué vas a hacerme!?

-Cálmate, Ailith.- Aparece por detrás, proveniente de otro portal, Dijkstra, junto a Vilgefortz. Sudor frío recorre mi espalda. Aquí están de nuevo los tres magos que me secuestraron hacía cuatro años. La historia parecía que volvía a repetirse, pero peor. - En realidad, estamos aquí para hacer historia. Vas a formar parte de algo extraordinario.

-Dejémonos de palabrerías, la puja comenzará en poco tiempo.- Apremia el mago más joven. Así que ahí estaba. Pujada como un caballo al que más monedas pagara.

-No hace falta toda esta parafernalia, ya estaba el salón de baile antes de que me noquearais.- Se miran entre ellos y ríen.

-El baile ya ha finalizado.- Informa Vilgefortz.- Ahora empezará la puja importante. El arma infalible que acabará con las guerras. La primera hechicera brujo.- Juro que mi corazón se para por unos dolorosos instantes.

-No se pueden crear más brujos.- Susurro con la boca seca. Y me contengo para decir: moriré si intentáis convertirme.

-Con la sangre de una Fuente, sí.- Informa satisfecho Stregobor.- Lo comprobamos hace cuatro años en Kaer Morhen. Vesemir nos confirmó que ese era el mutágeno. Lo hemos guardado para que tú seas la primera en probarlo.- El miedo se junta con el sabor amargo de la traición.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora