¿Será que es amor? - Caché Adaptación

Capítulo 110

María José se despierta después de haber logrado descansar toda la noche, por primera vez en meses y sonríe feliz al ver a Daniela frente a ella.

—Buenos días.—Dice la castaña.

—Daniela...—Murmura la morena, aún somnolienta.—Daniela.—Repite sentándose bien en la cama, al reaccionar completamente.

—María José.—Responde Daniela.

—No quiero despertar sin ti.—Admite con honestidad.

—En ese caso, podemos preparar el desayuno juntas.—Propone Daniela tomándola de la mano.

—Entonces ya tenemos permiso para desayunar.—Bromea la morena poniéndose de pie.

—¿Permiso para desayunar?—Le sigue el juego y la toma de la cintura.

—Ser felices.—Responde María José con una sonrisa.

—Ser felices es lo que más me gusta.

—¿Dormimos un rato más?

—Me encantaría. Pero no podemos retrasarnos.

—¿Por qué?—Replica confundida.

—Tienes que anular tu matrimonio.—Le recuerda la castaña.—Es importante que vaya a firmar.

Al oír eso, María José se lleva las manos a la boca.

—Lo había olvidado.—Murmura sorprendida.—Lo olvidé. ¿Dónde está mi teléfono?

—Ahí está.—Responde Daniela señalando la mesita de noche.

Y la morena baja corriendo a la cocina para hablar con su mejor amiga.

—Hola Kima.—Dice cuando la rubia atiende la llamada.

—Aló Poché. ¿Dónde has estado? Te he llamado y no contestas.—Responde Kim.

—Lo tenía en silencio.

—Bueno, escucha, primero debes mantener la calma.—Pide la rubia.—Desayuna tranquila y haz todo lo que tengas que hacer, después llamas a Santiago.

—Estoy muy estresada.—Admite María José.

—No estés estresada. No tienes por qué estarlo. Todo va a salir bien.

—¿Qué hago?

—Llama a Santiago, ponte de acuerdo.—Contesta Kim.—Todavía tenemos ocho horas para que vayan a firmar.

Tiempo restante: 08:00:00

—¿Ocho horas? Imposible.—Replica la morena.—Nos acabamos de levantar.

—Te dije que mantengas la calma. Te llamo luego, ¿está bien?—Responde Kim.—Anda, desayuna y luego lo arreglamos.

—Está bien.—Finaliza la llamada.

—¿Hay algún problema?—Pregunta Daniela al verla cabizbaja y le acerca una taza de café.

—No creo, espero que no.—Murmura María José dándole un sorbo a su café.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, tengo una fobia.—Confiesa la morena.

—¿De qué se trata?

—Correr contra el tiempo.

—¿Desde cuándo la tienes?

—Desde hoy. Acaba de pasar, ahora.—Responde María José haciendo un puchera.

—Está bien, pero debes darte prisa. Ocho horas no es mucho tiempo.—Contesta la castaña.

La morena asiente con la cabeza y se pone de pie para dejarle un beso en la mejilla antes de subir a la habitación a cambiarse de ropa.