Capítulo 81

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—¿Qué haces aquí?—Pregunta María José sorprendida cuando se encuentra a su tía en el pasillo.

—María Fernanda fue a la florería y dijo puras tonterías, pero me preocupé mucho.—Responde Gabriela.—Por eso vine a verte.

—Pero todo está bien, no tienes de qué preocuparte, ya te lo dije.

—Pero...

—¿Qué?

—No llegaste a dormir. Estuviste con tu abuela.—Replica la mujer mayor.—Yo sé que debería ocuparme de mi propia vida, pero me da miedo que nos distanciemos.

—Tú y yo no podemos estar alejadas. Eres mi única familia, lo sabes.

—Lo sé.

—¿Crees que podría alejarme de ti o tú de mí?—Murmura divertida la morena.

—No, pero me dio mucho miedo. Ya conocer a tu abuela.—Admite Gabriela con temor.

—No te preocupes, no pienso caer nunca en los juegos sucios de Leticia.

—De acuerdo, super. Bien, entonces, ¿te espero en la noche? ¿Llegarás temprano?—Le pregunta.—Vamos a cenar tú y yo solas. ¿Está bien? Tenemos que charlar.

—Sí, sí, está bien. ¿Tostamos castañas?

—Claro que sí, mi niña.—Acepta la mujer mayor.—Bueno, entonces ya me voy a ver a una amiga. Te veo en la noche.

—Está bien.

—Bueno, te quiero mucho.

—Yo igual.—Responde María José y le lanza un beso.

Gabriela se va y las chicas se acercan a ella.

—¿Qué pasa?—Preguntan ambas al mismo tiempo.

—Vino mi tía. Estaba preocupada por no verme.—Les explica la morena.—Pero yo no me siento nada bien.

—¿Qué tiene?—Replica Paula.

—Hablé con Daniela.

—¿Y?—La mira expectante Kim.

—No entiende nada, no sabe lo que ocurrió. Y yo le pedí tiempo. Pero solo me dio hasta mañana. Se irá a París esta tarde y regresa mañana.—Contesta María José.—Y solo me dio hasta mañana.

—Eso es muy poco tiempo.

—¡Sí!

—Pero tú también trata de entenderla, Majo.—Argumenta Paula.

—Sé que tiene razón. Le pedí tiempo, que confiara, y ella también me pidió que confiara en ella. Pero ¿Qué voy a decir de aquí a mañana? ¿Qué voy a decirle?

Ambas chicas la miran sin saber que decirle.

—¿Podríamos salir un rato de la oficina a tomar aire?—Propone Kim.

—Yo no puedo, oye...—Responde María José y baja un poco la voz.—Tengo que estar más cerca de Leticia. Tengo que aprovechar la oportunidad.

—Claro.

—Tal vez tu puedas ayudarme.

—¿En qué?

—¿Kim?—Cuestiona Paula confundida.

—El cuaderno rojo.—Les recuerda.—Léelo.

—Está bien, el cuaderno rojo.—Replica la rubia haciendo gesto de guardarlo en su memoria.

—Si lo ves, tienes que salvarlo.—La apoya Paula.

—Kim, ¿lo vas a hacer?

—Lo haré. Bien, ya me voy.—Dice decidida antes de irse.

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora