Capítulo 53

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—¿Te puedo preguntar algo?—Pregunta Daniela.

—Sí, dime.—Replica María José.

—¿Por qué ayudas a una pareja que apenas conoces?

—¿Por qué preguntas?

—Porque...es un bebé. No entiendo cómo te echaste esa responsabilidad tan...

—Sé que no me entiendes,—Interrumpe la morena.—y también sé que no puedes...

—No quiero decir eso, María José. Te entiendo, es solo que...

—Ya hablamos de esto..Dijiste que mi forma de actuar te enferma, ¿no es verdad?

—Creo que ahora tú no entiendes.

—Así soy yo, Daniela...así soy yo.—Dice María José tajante.—¿Por qué tan callada? Anda, di algo inteligente para callarme como siempre.

—No quiero decir nada. Tal vez quiero que tú hables.—Replica la castaña en voz baja.

—¿Quieres que yo hable? ¿Qué quiere que te diga?

—¿Tienes alguna cosa que decirme?

—Hay muchas cosas que quisiera decirte, pero sería eterno y no tenemos tanto tiempo.

—Está bien.¿Hay algo que quieras...?—Intenta preguntar Daniela.

—No hay, Daniela.

—¿No?

—No. Yo...Yo siempre...fui transparente, te amé como eres, me enamoré de ti, pero tú...

—Yo...yo...nunca quise lastimarte.—Admite Daniela.

María José ríe incrédula al escucharl.

—Mira...me dijiste que no insistiera.—Responde María José acercándose más a ella. Haciendo que la distancia entre ambas sea cada vez más estrecha.

—Ajá...

—Así que tú no insistas, déjame en paz.—Pide la morena.

La conversación se ve interrumpida por el sonido de la puerta y ambas se ponen de pie.

—¡María José!—Saluda Antonia entrando a la casa.

—Qué gusto verlos. Bienvenidos.—Responde María José poniéndose de pie.

—Ese es mi campeón.—Habla Esteban acercándose a la cuna de la bebé.—En serio, no sé cómo podemos pagarles por este gran favor que nos hicieron.—Les agradece a las chicas.

—No hay problema.—Replica Daniela.

—De verdad, por primera vez en meses pude dormir bien y desperté extrañando a mi bebé.—Admite la mujer.—Por cierto...Esteban ya sabe del nuevo bebé.—Les cuenta emocionada.

Daniela suspira aliviada de forma disimulada al escucharla, no era que hubiese dudado de la morena, creyendo que estaba embarazada, pero si se veía de otra forma tenía síntomas y además, había una prueba de embarazo en el baño.

—¿Entonces ya le dijo? ¡Felicidades!—Replica María José emocionada.

—Muchas gracias.—Responden ambos chicos al mismo tiempo.

—¿Está embarazada? Felicidades.—Les dice Daniela aún asombrada.

—Espero que ustedes también tengan un bebé pronto.—Replica Esteban.

—¿Ustedes están juntos?—Pregunta Antonia emocionada.

—No, no estamos juntas, no la estamos.—Se niega la morena de inmediato.—No somos nada, no podemos ser nada, ya ni siquiera es mi jefa.

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Where stories live. Discover now