Capítulo 34

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Daniela después de la última conversación con la morena, se va temprano de la oficina y al llegar a su casa se encierra en su despacho, sintiéndose extraña y mareada.

—Daniela. ¿Qué hace mi niña en casa?—Cuestiona María Fernanda preocupada acercándose a la casa de la castaña.

—Espero que no sea nada malo.—Murmura Oliver a su lado.

—Ni lo digas.

—Se ve muy extraña.

En el despacho, la castaña se afirma la cabeza por el dolor que siente.

—Daniela, ¿qué pasa? ¿Qué haces en casa a esta hora?—Pregunta la mujer rubia preocupada.

—Está muy pálida. ¿Se siente bien, señorita?—Cuestiona el chico.

—¿Estás bien? No me asustes.

—Sí mamá, estoy bien.—Replica Daniela poniéndose de pie.—Pero no quiero que me molesten. Hoy estaré en casa. ¿Está bien?—Camina apretando los  ojos hacia el otro ala de la casa.

—Oliver, creo que tiene fiebre.—Murmura María Fernanda angustiada.

(...)

—Esto del viaje a Italia, por un lado, me alegra por María José, pero, francamente, me pone triste.—Admite Juan Pablo.—Me acostumbré mucho a ustedes.

—Y nosotras a ustedes.—Responde Paula.

—Vi a María José y a Daniela discutir muchas veces, pero nunca pensé que su relación fuera falsa.

—Como abogada de María José, leí su contrato entero y aún no puedo creerlo. Nunca lo haré.—Confiesa Paula.

—Te entiendo, porque...en la forma en que se miran hay amor.

Paula ríe divertida antes de contestar.

—¿Sabías que durante años oímos las fantasías de María José para destruirla?—Cuenta risueña.

—¿De verdad, Paula?

—Sí. Pero cuando se conocieron, María José cambió. Se convirtió en otra persona. Si no fue el amor, ¿qué otra cosa pudo ser, Juan Pablo?

—Daniela también es otra mujer. Nunca la había visto así.

—Pero ahora, Daniela volverá con Laura.

—Eso creo. María José le hará un hermoso regalo cuando empaque sus cosas y se vaya.

—Al menos, María José cumplirá el sueño que tenía pendiente por Daniela. Así que me alegro por eso.

—¿Y tú?—Pregunta el rubio.—Cuando María José se vaya, no nos dejarás, ¿verdad?

—Recuerda que Daniela y tú son mis clientes.

—¿Estás diciendo que somos colegas?—Murmura divertido.

—No, no quise decir eso. Tú eres mi amigo. 

—Me encanta poder hablar de esto contigo, amiga. No quisiera perder también esto.

—Yo tampoco.—Admite la abogada.—No seamos como Daniela y María José, porque guardar rencor solo te enferma. Que no nos afecte lo que pase entre ellas.

—Claro.

(...)

En el living de la casa,  la castaña intenta recuperarse de su malestar alejando todo aquello que le recuerde a María José. Por lo mismo, busca distracciones para alejar sus pensamientos y lograr sentirse mejor. Primero enciende la radio y reniega con la cabeza al escuchar una canción de ópera italiana, por lo que la apaga con brusquedad. Prueba con prender el televisor y la imagen aleatoria que sale de fondo de pantalla es el coliseo romano y entrecierra los ojos con incredulidad, sentía que se estaba volviendo loca, le resultaba imposible que todo se estuviera empeñando para recordarle a la morena.

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ