¿Será que es amor? - Caché Adaptación

Capítulo 13

La morena sale de la ducha envuelta en un albornoz blanco y al comenzar a revisar las cajas dentro de la habitación de Daniela abre los ojos sorprendida porque no hay ropa.

—¡Dios! —Murmura para sí misma tomando su celular de la mesa, assí que rápidamente llama a Kim.

En el café el teléfono de la rubia comienza a sonar pero ella ni cuenta se da por estar absorta viendo a Julián.

—Suena su teléfono.—Intenta decir el chico.

—¿Qué tiene?—Pregunta Kim sin entender realmente.

Julián comienza a mover la mano por su rostro intentando que reaccione.

—Télefono.—Vuelve a decir apuntando el aparato.

—Sí, puedo oírlo.—Responde Kim aún sin reaccionar.—Podría.Sí.—Dice saliendo de su trance.—Si, debo contestar esta llamada.—Vuelve a repetir al ver que es su mejor amiga.—¿Hola, Poché?

—Hola, Kim. Oye, ¿dónde está mi ropa?—Cuestiona la morena preocupada.

—Estaba en una caja pequeña, estoy segura que la puse allí. ¿No la encuentras?

—No, no vi esa caja. 

—Kevin la llevó.—Responde y luego mira a Julián.—Oye, estoy ocupada. Luego lo llamó para regañarlo.

—Uff, seguro la olvidaste en algún lugar. —Suspira frustrada.—¿Qué haré ahora? No trajeron ningún vestido. Aquí solo tengo... un short de tela de jean y una blusa que huele a comida.

—Poch, nunca haría algo así a propósito.

—Bien, bien, veré qué hago. Le preguntaré a  Paula si puede prestarme algún vestido. Nos vemos.

—Bien, colgaré ahora. Adiós.—Replica finalizando la llamada.—Era solo una amiga que perdió algo.—Explica rápidamente.

La castaña sale de la ducha también envuelta en su albornoz blanco y camina hacia su cuarto distraída viendo el celular. María José se levanta del pequeño puff y abre los ojos sorprendida al verla.

—Lo siento mucho.—Se disculpa Daniela.

—No. Perdón. Vine a tomar mis cosas. No sabía...—Intenta explicar.

—Yo vine a vestirme nada más.

—Sí, es lo que debes hacer.—Responde nerviosa.—Pero tengo un problema. Kim olvidó la caja con la ropa en algún lugar. No tengo nada.

—Eh si quieres, puedo darte una blusa y un pantalón, es qué realmente yo no uso vestidos.

—Déjame revisar de nuevo.—Responde agachándose para  buscar en las cajas.

—Sí, de acuerdo.

María José toma las cosas de la caja con frustración, no hay ni siquiera una prenda de ropa, además de la que tenía puesta.

—¿No encuentras nada que te guste?—Pregunta Daniela segundos más tarde.

—Ni siquiera encuentro algo que no me guste, porque no tengo ni una sola prenda.—Replica rodando los ojos.

—¿Te presto una blusa?—Vuelve a preguntar.

—No, descuida. Le envié un mensaje a Paula para que me preste un vestido.—Replica poníendose de pie nuevamente.

—Bien, pero yo si puedo vestirme...

—Eh sí, claro. Ya salgo, entonces.—Balbucea con nerviosismo.