Capítulo 11. Deika

700 95 46
                                    

Entonces... Este capítulo es muy... Cómo decirlo... Muy dulce xD, excepto las partes de las razas, por lo demás no pasa nada muy importante, si te lo quieres saltar no te juzgo aunque definitivamente algunos comentarios aquí son el contexto de lo que sigue pero en general, lo único relevante son los últimos párrafos. Creo que está muy lindo :3

.

.

.

Katsuki esperó despierto toda la noche, tal vez su advertencia había servido porque nada se acercó a molestarlos.

Al día siguiente todos se levantaron con animos renovados. Se reunieron al rededor de una mesa a discutir cómo deberían proceder.

—Si consideras que se trata de algo verdaderamente malo entonces no deberíamos ir —dijo Sato, convencido de que Katsuki no estaba contento con el lugar al que iban.

—Sé que el lugar al que vamos no es precisamente el mejor, sin embargo, también creo que necesitamos descansar. Lo han estado haciendo bien todo este tiempo, pero hemos tenido sustos fuertes, hemos perdido cosas, dejamos mucho atrás, creo que merecemos descansar, al menos por un tiempo.

Yuga asintió. —Si nos adaptamos rápido a ese lugar, quizá hasta nos termine gustando ¿no?

—No se encariñen mucho, cualquier cosa podría pasar, supongo. —Era un recordatorio constante.

En el grupo había quienes estaban reticentes a la idea de unirse a la comunidad, además de Katsuki, Rody era el que más se oponía, de hecho, él incluso había dicho que se separaría del grupo ahí porque no entraría por esa puerta de nuevo.

—Tengo un muy mal presentimiento —dijo cuando todos bajaban por el bosque.

Izuku, que iba a su lado, palmeó su hombro y le sonrió. De no ser por él, Rody definitivamente se habría ido. Gracias a la petición insesante del omega el alfa los siguió.

—Si veo una sola túnica me largo. —Él estaba convencido de que se trataba de una especie de culto. Aunque a nadie le parecía que lo dijera enserio.

Cuando aparecieron por la carretera, un hombre alfa los vio desde la entrada de la comunidad. Dos minutos después, con ellos cerca, la puerta se abrió. Kizuki salió a recibirlos.

—Que gusto me da verlos. Supongo que han tomado una decisión.

Katsuki asintió. —Si la oferta aún sigue en pie, a mis chicos y yo nos gustaría ser parte de... —el no sabía cómo llamarlo.

—Deika. Así es como Destro ha llamado a nuestra comunidad.

—Deika —completo el cenizo. —Agradecemos la invitación.

Ella sonrió ampliamente y extendió los brazos como si los fuera a abrazar.
—Han tomado una buena decisión, la más inteligente, se los aseguro. Adelante entonces, sean bienvenidos a Deika.

La expresión en el rostro de los demás fue exactamente la que Katsuki y Rody pusieron el día anterior. La enorme puerta corrediza se cerró detrás de ellos y ni siquiera se dieron cuenta. Kizuki los guió todo el camino hasta una casa enorme, por mucho, la mas grande por ahí. Un hombre los esperaba en la entrada. Alto, cabello castaño claro, nariz afilada, traje a rayas y una sonrisa que Katsuki describiría como calculadora, en lugar de amable.

—Bienvenidos —fue lo primero que dijo, su voz era gentil y suave, era como la voz del dueño de un restaurante, casi como si dijera puedo ayudarles pero yo no soy el que sirve. —Yo soy Rikiya Yotsubashi. Aunque aquí me llaman Re Destro, pueden decirme solo Destro.

ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora