Capítulo 2. Verde Esmeralda

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-¿Por qué? Estamos bien como estamos -Fue lo primero que le reclamó la castaña cuando les compartió la primera nota a su equipo.

-Progresivamente necesitaremos más gente, ya sea para el trabajo o para reunir proviciones, no sobreviviremos mucho si solo somos 6 para siempre.

Por supuesto Inasa y Kirishima fueron los primeros en entenderlo, sobre todo el pelirrojo.

-Sería maravilloso si nos encontramos un doctor, para cuando Denki este de parto.

-También sería bueno tener un cocinero -incluyó TetsuTetsu.

Era cierto, aunque era algo que no les parecía primordial la realidad era que, de todos los de su grupo, el unico que sabia cocinar decentemente era Katsuki, y él no podía hacerlo todo, también necesitaba descansar pues siempre estaba fuera reuniendo latas de comida, de caza, trayendo agua, había mucho trabajo y él, más que nadie, agradecería que al menos pudiera quitarse eso de encima.

-¿Nadie se da cuenta de lo peligroso que es? La última vez tuvimos que darle puntos a la oreja de Inasa porque el chico les disparó.

-Nadie está diciendo que hablemos de la misma persona.

-No es la misma persona-dijo Inasa -Aquel era más alto, y estaba asustado, este chico no se parecía.

Después de sopesarlo un momento Katsuki concluyó que necesitaba apaciguar a los demás.

-Lo ideal es que fuera uno o máximo dos personas las que se nos unieran, si no son más de esos aunque fueran alfas podriamos contra ellos si algo llegara a pasar, la realidad es que encontrar gente viva hoy en día se ha vuelto misión imposible, si los seres humanos que quedamos vivos no empezamos a vivir en comunidad moriremos por la exposición, si no nos lleva la infección antes, ya no hay hospitales, ni centros de refugiados, ahora debemos empezar a preocuparnos por nosotros mismos y, necesitamos un médico, sin uno puede matarnos una simple infección y al menos por ahora el plan es seguir con vida ¿o no?

-Es así -respondieron casi todos sin dudar.

Katsuki asintió. Tomó de nuevo la nota y la volvió a leer.

-Hay que estar muy locos para llamar a tu hijo Deku.

Fue ese comentario el que bajó la tensión de todos más que la explicación anterior. La carcajada resonó por toda la casa.
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A partir de entonces empezaron los mensajes.

Deku era cada vez más imaginativo a la hora de ocultarlos. Katsuki llegó a pensar que se lo merecía, la primera nota la intercambiaron sin problemas ¿para qué ocultar las demás? Simple, había otras personas al rededor, estaba seguro, y estos eran hostiles, ¿cómo sabía que no se trataban de las mismas personas? No lo sabía, pero era una apuesta que estaba dispuesto a tomar.

La librería fue el sitio ideal para comenzar.

Katsuki pensó que quizá sería muy difícil para Deku encontrar su siguiente mensaje cuando solo lo había dejado entre las páginas del ejemplar de 'El libro de los mensajes':

Primero háblame sobre ti, ¿estás solo?

Y al parecer el tipo se habría sentido ofendido porque no solo respondió en tono burlón sino que parecía molesto.

No está bien subestimar a los demás, Bakugo, si quieres que esto funcione vas a tener que empezar a confiar en que sé lo que estoy haciendo. No estoy solo, pero no sé si vale la pena decirte cuantos somos.

Katsuki se echó a reír. Decidió que por ahora estaría bien dejar a Deku llevar el ritmo de la conversación, después de todo quería algo de él, que el pobre iluso pensara que tenía la sartén por el mango no le haría daño.

ApocalipsisWhere stories live. Discover now