Capítulo 1. El inicio

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"—¿Katsuki estás ahí?"

Apenas alcanzó a oír la voz que salía del intercomunicador. Había una espesa neblina a su alrededor que no le dejaba escuchar, ni ver bien. El cuerpo se le entumeció, apenas podía mover los dedos de la mano y dolía como el carajo.

"—Contesta"

Era extraño, casi estaba seguro que se trataba de Kirishima, era su voz, pero se escuchaba agitado, como si tuviera miedo.

"—Si estás escuchando esto, espero que si, voy al CCE, necesito encontrar a Denki"

La misión es primero, pensó el rubio, abrió los ojos para mirar alrededor, pero no tenía ni idea de dónde estaba y no había nadie que se lo dijera, estaba solo. ¿Qué pasó?

"—Esto es un caos, al general que cortó la comunicación evidentemente no le importa lo que suceda con nosotros, los he perdido a todos, salieron corriendo en cuanto los vieron, ya no tengo de que preocuparme, iré por Denki, si estás ahí, por favor ven conmigo, estoy seguro de que estas con vida ¿verdad hermano?"

Katsuki tomó con bastante esfuerzo la radio sobre su chaleco tactico, al costado izquierdo de su pecho, presionó el botón.

—Estoy aquí, ¿qué sucede? La camioneta se estrelló, no sé cuánto llevo inconsciente, pero estoy solo.

Mientras hablaba intentó ponerse en pie, la luz que entraba por una de las puertas de la furgoneta abierta lo cegó.

"—Katsuki... Es peligroso... Cuid... A la... Beza"

La estática no permitió que se le entendiera nada.

—¿Kirishima? Contesta si me escuchas.

Pero el sonido que produjo la radio le dijo que ya no estaba ahí.

Con cuidado se palpó el cuerpo, parece que no se rompió ningún hueso, solo tenía que dejar pasar el entumecimiento. Con bastante esfuerzo se puso en pie sobre lo que quedaba de la camioneta.

—¿A dónde rayos se fueron esos mocosos?

Se acercó hasta la salida y entonces lo vio.

A todos los suyos, fuera de la furgoneta, esparcidos sobre el suelo. Había mucha sangre y todas los casquillos en el suelo eran indicativo de una dura pelea. Lo que más le alarmó fueron los civiles tirados alrededor. Pero debían llevar horas muertos, por la piel semi azul y el fétido olor.

Lo que sea que fuera no era nada parecido a lo que había visto antes. Volvió dentro y tomó su M4 abandonada, se palpo el chaleco y se aseguró de traer su 9mm y su pequeño revólver en el tobillo, todos los bolsillos estaban llenos, bien. Dio la vuelta dispuesto a salir y averiguar qué sucedía pero no pudo ir muy lejos.

El sonido.

Apenas había avanzado unos 8 pasos entre todos los cuerpos cuando un chasquido lo detuvo, volteó y miró con algo de sorpresa como uno de los cadetes se levantaba, quiso regresar para ayudarle pero el mismo sonido, como de huesos siendo aplastados por una prensa, proveniente de los cuerpos alrededor lo hizo voltear, la chica a su lado también se estaba levantando. De pronto otro cadete y después la mujer detrás de él. Pero no deberían, estaban azules, al menos los que estaban vestidos como civiles tenían heridas de balas alrededor del cuerpo, algunas aún sangraban como si la sangre no coagulara.

—¿Qué está pasando? ¡Oye, oye!

Incluso sin pararse por completo todos ellos se acercaban a él, pero se movían lentamente, quizá producto de las heridas. Entonces lo vio, uno de los chicos armados tenía una terrible herida a lado del cuello, justo sobre la yugular, el charco de sangre debajo de él era probablemente toda la sangre de su cuerpo, ni siquiera debería seguir moviéndose. ¿Por qué?

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