Capítulo 8. Uno para todos

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Estaba lejos, por lo menos a una hora de camino de la prisión, no importa cuánto se esforzó en tratar de recordar cuantas veces doblaron a la izquierda o a la derecha se desorientó con facilidad.

Llevaba los ojos vendados desde que se subieron a un carro, él no sabía cuántos eran pero estaba seguro de que al menos Denki iba en el mismo auto, podía sentir su aroma cerca.

Cuando el auto se detuvo y comenzaron a jalarlo fuera, Izuku intentó resistirse.

-Tranquilo bombón, si te portas bien no te pasará nada.

Le dijo la voz de un hombre desconocido. Le quitaron la venda de los ojos cuando ya estaban fuera del auto. Iban caminando por un claro, había una cerca de alambre de puas por el que lo obligaron a cruzar en medio. Al fondo un granero que le parecía terriblemente familiar.

Tragó saliva y, aún cuando el hombre lo jalaba por un brazo, Izuku giró tanto como pudo la cabeza y la vio. La casa en la que habían estado antes.

Estaban en la granja.

Casi se tropieza por no ver al frente, el alfa que lo jalaba pareció molestarse por ello porque chasqueo la boca.

-Camina, maldición.

Abrieron el granero y el tipo lo llevó hasta una esquina, dónde había varias cadenas. Era extraño, hacia un pocos meses dejaron ese lugar y estaba tan diferente a entonces. Había tres caminantes del lado contrario al que estaban, comenzaron a gruñir y caminar hacia ellos.

Izuku no podía verlo bien, pero parecían encadenados por el cuello a la pared. Él hombre que lo llevaba desató sus manos. Aún cuando él sintió por un momento que era su oportunidad no pudo hacer nada, detrás venían otros dos hombres, uno sujetando a Denki y el otro a Kirishima. A diferencia de él y su hermano, el alfa seguía vendado.
Era obvio, estaban teniendo más precaución con él por ser alfa. De alguna manera eso le molestó.

-Atento o te comeran demasiado pronto -le dijo el alfa antes de esposar sus manos al frente esta vez, él se estiró hasta un enorme clavo más o menos a un metro desde dónde estaba, en una muestra de impresionante fuerza, el alfa jaló la cadena con todo y clavo de la pared para traerla consigo.

Izuku miró extrañado cómo el zombi retrocedía la misma distancia que la cadena se jaló hasta él. Mirándolo con atención a pies del caminante había sangre y restos de lo que parecía ser carne, miró a pies de los otros tres y vio lo mismo, salvo porque en el último había una cabeza humana, no tenía piel en el rostro y estaba expuesto parte cráneo y la dentadura.

Desvío la mirada hacia la pared de nuevo y vio cómo a Denki y a Kirishima los esposaban también. Entonces fue cuando vio algo que no estaba ahí antes.

Había una enorme viga en el centro, de ella se desprendía una cadena hasta la pared contraria, estaba afianzada por varios ganchos y terminaba en el cuello del caminante frente a él. Entonces lo comprendió.

Miró al frente justo cuando el alfa lo soltaba, abrió enormemente los ojos cuando el cadáver comenzó a caminar hacía él, Izuku cayó al suelo por el jalón en la cadena enganchada a sus esposas, intentó ponerse en pie pero mientras el caminante más avanzaba él más arrastraba por el suelo hacia él, cuando estuvo demasiado cerca jaló sus piernas al frente y logró encontrar la pared, pateó con fuerza y pudo tensar la cadena. El caminante se detuvo, seguía intentando alcanzarlo pero ya que él no se movía el caminante tampoco podía avanzar.

Una trampa bastante sencilla pero tortuosa. La cadena enganchada a sus esposas estaba sujeta a la pared por varios soportes, daba la vuelta hasta estar detrás del caminante en la pared contraria. Obligaba a la persona viva, es decir él, a siempre ejercer fuerza para no permitir al caminante avanzar, ya que era la misma cadena, si él avanzaba hacia el frente esto liberaba cadena para el caminante y él podía avanzar también, si retrocedía jalaba la cadena y el caminante también se veía obligado a retroceder.

ApocalipsisWhere stories live. Discover now