Capítulo 46

341 41 0
                                    

No podría olvidar este día, ni porque me diera Alzheimer, fue un antes y un después en mi vida y en la vida de todos, al principio no querían dejarnos pasar, pero la madre de Tatiana pidió hablar con el director y les dijo quién era, no pasaron ni cinco minutos hasta que el director apareció y nos llevó hasta su oficina donde obviamente estaba el innombrable, cuando me vio se puso pálido, pero aun así dijo su mentira, quiso hacer creer que Tatiana estaba loca y no se cuantas cosas más, lo escuchamos pero obviamente nadie le creía.

-Mirá, si tengo que ser honesta con vos, jamás imaginé que podrías ocasionarle tanto mal a mi hija, pero tendría que haberlo imaginado si siempre fuiste un don nadie, amenazar a mi hija con los bienes cuando todo es suyo, todo se lo di yo, ni el auto que estás manejando te pertenece y te juro, que si no revierten esto, te vas a arrepentir, voy a llegar hasta el final pero te voy a destruir, a vos y a este médico de mierda, son dos criminales, saben muy bien que mi hija no tiene que estar aquí, yo no les tengo miedo.

Eso fue suficiente para que el tipo le pidiera perdón, parecía una rata asustada, el conocía a la abogada y a pesar de que ella no dijo nada, sabía que la mamá de Tatiana hablaba en serio.

Nunca me voy a olvidar cuando vi salir a Tatiana de ese lugar, nos hicieron esperarla afuera, la traían en silla de ruedas y no entendíamos porqué, pero claro, ya la habían medicado y estaba un poco drogada, bueno dormida, cuando la vi salí corriendo a abrazarla.

-Ves mi amor, al final yo si te iba a estar esperando y te juro que nunca más vas a tener que pasar por esto -le dije llorando de alegría, no quise besarla porque estaba su mamá, pero la abrace fuerte, ella solo alcanzo a pronunciar un "mi amor".

Después de eso, lo demás es historia, una historia muy linda de contar, esta vez éramos muchos viviendo lo mismo pero ya no teníamos miedo, porque nos teníamos entre todos como un gran equipo. Mi papá fue a apoyarnos, entonces mientras Tati iba con su mamá y Sonia en un auto, con mi papá fuimos a buscar a Adri, no puedo explicar la alegría que tenia esa niña cuando le conte todo lo sucedido mientras armaba dos maletas, una para ella y otra para su mamá, no dejaba de hacer preguntas, quería saber, que le dije a su abuela principalmente, pero quería cada detalles y a mi me encanta dar detalles, entonces no dude en contarle todo.

-A mi no me molesta que seas mi madrastra -me dijo riendo.

-Bueno, bueno por lo pronto soy Soledad, después veremos -sonreí.

-Voy a tratar de hablar con mi abuela para que acepte todo esto rápido, para mi es muy importante que mi mama sea feliz y ella con vos es feliz.

-Vení -le dije y le di un abrazo.

Aquella noche antes de despedirnos, después de dejar a Adri, mientras Tatiana dormía, su mamá me dio un beso y me dijo que me esperaba al otro día para almorzar, automáticamente empecé a sentir un fuerte dolor de panza, pero acepte, claro, no podía decir que no, era la primera invitación que tenía de ella.

Recuerdo que me costó dormir de los nervios, pero más que nada de felicidad por saber que ahora Tati estaba sana y salva, acompañada de su familia que era lo más importante. Antes de ir a la comida, pase por un lugar donde venden unos postres buenísimos, a mi me gusta muchísimo la marquise de chocolate, así que compre una mediana y para contrarrestar un poco el chocolate en demasía, compre un lemon pie, no quería llegar con las manos vacías, dicen que las primeras impresiones son importantes, si bien no es la primera vez que nos vemos, quiero agradarle a su mamá. Cuando llegué, salió Tatiana a recibirme y me dio un beso en los labios, estaba hermosa, tenía un rostro de felicidad extrema.

-¿Nerviosa?.

-Un poco, ¿vos?.

-Mmm... -¿Mmm que? -la interrumpí.

-Mmm... nada estas hermosa, vamos adentro.

La mamá de Tati me saludo con un beso y un abrazo, me pidió que no le diga más señora, prefiere que la llame por su segundo nombre Blanca, la mesa ya estaba servida, el menú de hoy lasaña de espinaca, con carne, jamón y queso, bien pesado y una buena comida de mamá, la lasaña a mi madre le quedaba buenísima y siempre que la comía me sentía en casa, hay platos que resignifican en hogar y eso es lo que más disfruto de la comida.

-Blanca, esto está riquísimo, me recuerda a la comida de mi mamá.

-Me imagino que le sale riquísima entonces -me dijo con una sonrisa.

-Le salía bien, sí.

-Ah... mmm... creo que metí la pata, disculpa.

-No pasa nada Blanca, ya paso bastante de que ella no está en este plano terrenal, pero es cierto que una madre nunca abandona a sus hijos, no sé, pero yo la siento en cada paso, hasta en este plato de comida -en ese momento Tatiana me agarro la mano y la presiono como señal de "estoy con vos".

-Me hubiera gustado conocer a la mamá de la novia de mi hija, porque me imagino que son novias ¿no? -cuando escuche eso tosí de nervios -la verdad chicas, es que estuve pensando toda la noche y aunque es raro para mi, a ver, no se si raro, pero lo cierto es que yo soy de otra época, nunca vi a dos mujeres estar juntas, al no verlo ni lo imaginaba, pero los tiempos cambian y yo ya estoy cada vez más cerca del cajón, no quisiera morirme sabiendo que mi hija no es feliz, yo solo quiero que se respeten y que seamos todas felices, de hecho Tatiana, quiero que seamos un poco mas cercanas, cuando te casaste te distanciaste de mi y yo no supe llegar a vos, es cierto que me quede en la comodidad de esperar, de eso si soy responsable, pero te amo hija y aunque no te lo digo nunca, vos y tus hermanas son lo más importante que yo tengo, hoy a la mañana hable con ellas por teléfono, ni se sorprendieron, bueno, a Natalia le costó un poco mas, pero todas estamos para vos, para ustedes. No quiero que en esta casa se vuelva a reproducir el nombre de ese tipo, que lo odio, pero con tus hermanas creemos que lo mejor es hacer todo legalmente y vamos a pedir una pericia caligráfica de esa firma, hija todo es tuyo pero eso es aparte, quiero que seas feliz ¿si?.

Mudas, esa mujer nos había dejado mudas a todas, Tatiana lloraba como una niña chiquita, pero esta vez lloraba de felicidad.

-Mami, es muy importante lo que acabas de decirme, perdí tantos años de mi vida estando con alguien a quien no amaba por miedo, que no quiero perder un minuto más, sí, Soledad y yo somos novias, soy feliz desde que llego a mi vida, gracias por estar para mi mamá.

-Gracias a vos hija por la lección que me diste, hay tantas cosas que yo no hice, me habría encantado tener el valor, pero vos me estas enseñando y le estás enseñando a Adri.

-Que gracioso ahora tengo dos mamás -dijo Adri rompiendo la escena de emoción, todas reímos.

Lo cierto es que yo tenía una familia chiquita y de pronto me sentía con más personas en mi círculo y me parecía hermoso.

Entre libros y sus ojosWhere stories live. Discover now