Entre libros y sus ojos

Capitulo 26

Parada al frente de la librería sentí como cuando se detiene la vida y no podes pensar, solo mirar o mirarla en mi caso, estaba hermosa como siempre, esa piel tan blanca que me volvía loca era imposible de olvidar, se encontraba sola al parecer, creo haber estado 5 minutos ahí mirando, contemplando la nada... imaginando un mundo a su lado, imaginando que era mía y no como objeto sino en alma.
Fantasías solo eso, ilusiones de creer en lo imposibles y no soy pesimista hoy no, hoy sé que en mis posibilidad no está interferir en su vida, ya esta ya la vi, ya mis ojos se invadieron de su encanto ahora tengo que partir de nuevo a mi hogar, con mi gata a mi mundo.

Me dispuse a caminar hasta mi casa pero sentí una mano en mi hombro, una mujer pronunciando mi nombre.
Tuve mucho miedo de voltear, dudé demasiado en hacerlo, sentí frio mucho frio solamente temperatura donde aquella mujer apoyaba su mano, gire y la vi, me miraba con tanta alegría, con su sonrisa característica que por más que buscara en mil rostros jamás la iba a encontrar.
Yo me sentía espantada, mis ojos estaban como huevos, no pude pronunciar palabra hasta sentir que me abrazo y me preguntaba como estaba, lo único que hice fue aferrarme a su cuerpo, oler su perfume, sentirla en ese momento en alma además que en cuerpo. Me aleje de ella y la mire con una sonrisa tierna.

—Estoy muy bien, ¿vos?.

—Bien, feliz de verte después de tanto tiempo.

—¿Segura? ¡Parece que viste a un fantasma!.

—¡Convengamos que te apareciste como un fantasma querida!.

—No seas exagerada Sole, ¿Qué te trae por aquí?.

—Nada, simplemente pasaba por aquí y ¿vos?.

—Estás segura que solo pasabas por aquí?.

—Totalmente, ¿Por qué no habría de estarlo?.

—No sos buena mintiendo, además estuviste parada afuera de la librería más de 5 minutos.

—¿Si? No me había dado cuenta...

—Te parece si vamos a la librería? Estoy sola tengo que volver o me robaran todo.

—No tranquila, nos vemos otro día.

—Un café nada más, así hablamos un ratito.

—Bue... bueno un café, que me están esperando.

Si, mentí si la realidad era que nadie esperaba por mi, pero tampoco quería que pensara que yo estaba totalmente sola, quede como una completa idiota deseando que la tierra me trague cuando dijo que me vio mas de 5 minutos parada afuera de la librería, como será que estuve tan inmersa en mis pensamientos que no pude ver que me vio, es que el que busca encuentra y a eso todos lo sabemos.