Capítulo 11

5.1K 301 22
                                    

Desperté gracias a mi bendita alarma diaria para ir al trabajo, aunque parezca estúpido jamás la apago, siempre está configurada y justo hoy domingo tenía que sonar, por suerte la sentí al instante, así que la apagué lo más rápido que pude y pude contemplar la imagen más pura que jamás en mi corta vida había tenido la oportunidad de ver, vi a un ángel dormir a mi lado, al parecer dormimos toda la noche abrazadas, la última vez que dormí tan rico fue... fue... no siquiera se cuando fue, pero esta noche había sido de en sueños, no hicimos otra cosa más que dormir, pero el simple hecho de saberla conmigo me alegraba el alma, todo lo sucedido en la cena con mis padres no era nada, ni siquiera me importaba, porque ese acontecimiento me había llevado a vivir lo que viví con Tatiana, sólo pude contemplarla en silencio, velar sus sueños, quería agradecer todo lo que había hecho por mi, así que sin hacer escándalos me levanté y fui hasta la cocina a prepararle un rico desayuno, un desayuno que exprese un "te quiero". Corte frutas y las adorne en un plato, prepare café, exprimí naranjas, y lo puse todo en una bandeja preciosa, además agregue unas tostadas, mermelada, y manteca, jamás hice algo así para nadie, esta mujer sacaba el lado más blando que guardaba en mis adentros, con todo listo, luego de lavarme los dientes, la cara y peinarme, me dirigí nuevamente a la habitación. No pude evitarlo y le di un suave beso en la frente, morí de la vergüenza, porque en ese instante se despertó...

—Buenos días mi niña, ¡daría mi vida por más despertares como estos!.

—Buenos días preciosa, te tengo una sorpresa —dije, dejando la bandeja sobre la cama.

Se quedó en silencio, con una carita de emoción plena y vi caer una lágrima por sus mejillas, no entendí la situación ¿hice algo mal?.

—¿Qué pasa Tati, porque lloras?.

—Lloro de emoción, ¡sos una dulce! Me encanta este detalle que estás teniendo conmigo... jamás nadie...

—¿Jamás nadie hizo algo así para vos?. De ahora en más yo te voy a enseñar un poco del amor de otra manera, el amor de amiga, que al fin y al cabo está lleno de detalles también. Yo te voy a enseñar un poco la ternura, yo te voy a dar un amor puro, un amor que no falle.

—¡Te quiero tanto mi niña!.

—Y yo... yo te... bueno vamos a comer que se enfríe el café.

Comimos y bebimos con tanto placer, ella y toda la constitución de su ser y de su alma llevaban algún sello jamás visto de perfección, de rato en rato me guiñaba un ojo, eso era suficiente para saber que pese a haberme sentido sola jamás volvería a estarlo.

—¡El café te quedó riquísimo!.

—¡Hecho con mucho amor! Es eso, me alegra que te haya gustado, ¿Cómo dormiste?.

—¡Como un bebe! Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que dormí así de bien, tan llena de paz.

—Yo igual, creo que tendrás que quedarte más seguido en casa a dormir conmigo, ¿no te molesto mi gata peluda? Ella es fan de jugar con los pies cuando una está durmiendo.

—Por mi encantada, vos me invitas y yo vengo, claro siempre y cuando puedas, y no, la verdad no me desperté en toda la noche, así que no se si habrá jugado con mis pies.

—Siempre puedo si de vos se trata, ¿a qué hora tenés que volver a tu casa?.

—¡Ufaa! ¿ya me estás corriendo?.

—¡No! Sólo quiero saber si tenés que regresar o te quedas conmigo.

—Si vos queres... podría... qued...

—Por favor, ¡quiero que te quedes conmigo!.

—¡Entonces así será mi niña!.

—Alístate que hoy nos vamos a un lugar fuera de la ciudad, no te quiero ni con celular ni con auto, vamos a ir en micro.

Entre libros y sus ojosWhere stories live. Discover now