Meeting The Devil

Bienvenida al Programa Avatar

Norm y Trudy estuvieron juntos toda la noche. Habían pasado buenos ratos y ahora se encontraban sentados en la cama de la habitación de Norm.

-"le...le he contado lo nuestro a Ana"- dijo Trudy en tono firme, no le daba ningún miedo la reacción que el hombre de su lado pudiera tener pero sentía que era necesario que lo supiera. Quizás sin siquiera darse cuenta, ese científico larguirucho le estuviera empezando a gustar un poquito...

-"¿es tu amiga no?"

-"si, claro. No se, sentía que debías de saberlo, solo eso."- dijo sacudiendo la cabeza como intentando internamente de negar algo.

-"oye, ¿y sabes que es eso que nos tenía que decir?"

-"¡joder! Se lo iba a preguntar esta mañana. Con lo inocente que parecía la tía y me ha hecho el lío jajaja."- después se produjo un pequeño silencio hasta que Norm decidió romperlo.

-"quizás no seas tan muermo como parecías"- dijo Norm riendo, sabiendo lo que se estaba buscando.

-"eso te costará caro"- Trudy le empujó ágilmente cual guerrera en la cama...

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Esa misma mañana Ana se presentó en aquella misma sala de la tarde anterior como se le había indicado.
Miles le llamó unos minutos antes para acompañarla y a pesar de que le gustaba la idea de no estar sola durante lo que fuera que le hicieran, temía mostrar su lado tremendamente infantil delante del hombre que le gustaba.

Desde que era niña le había tenido completo pánico a las revisiones médicas, sobre todo por el tema de los pinchazos de aguja. Lo último que deseaba que ocurriera era que se pusiera a llorar o a patalear cual niña chica delante del rudo e intimidante coronel, pero el hombre no le había dejado la opción de negarle que fuera con ella, así que tendría que hacer todo lo posible por contenerse.

Por una vez en su vida Ana llegó antes de la hora prevista a la puerta de la sala y obviamente había sido porque iba de la mano de Quaritch. Le comentó sobre la posibilidad de que se alterara bastante ante lo que fuera que le hicieran:

- "No se si eres consciente de que le tengo pánico a las pruebas médicas..."- dijo la chica con media sonrisa nerviosa cuando el coronel bajaba un poco la cabeza para escuchala mejor conforme llegaban a la sala.

-"Ja, miedo a los médicos, ¿Por qué no me extraña despues de ver el peluche con el que duermes?"

-"eyey, con mi Pin no te metas"- dijo Ana riéndose.

Segundos después llegó el mismo científico del día anterior y observó con extrañeza como la chica volvía a estar acompañada por el terrible coronel. Tras pasar, el hombre, quizás con cierto temor por su reacción, comunicó a Quaritch que no podría pasar a la sala interna donde se le extraería el ADN a la chica. Miles no reaccionó exactamente bien a esto e incluso trató de entrar a base de empujones pero finalmente tuvo que hacer lo que se le pedía tras la intervención de Ana, que se veía la que se podía liar si ella no se lo pedía.

La escena tenía cierto humor, pues Miles se encontraba dando vueltas con nerviosismo e impaciencia mientras esperaba la salida de su chica, cualquiera que lo hubiera visto hubiera pensado que estaba a la espera de un bebé...

Si se atrevían a hacerle algo a ella no dudaría en derribar la puerta y quitarle las manos de encima a ese cuatro ojos. Por suerte, unos 7 minutos más tarde la chica salió acompañada del médico. Su cara reflejaba toda la contención de emociones que había estado reteniendo durante el proceso.

Tan solo le habían extraído algún que otro pelo, cogido las huellas dactilares, algo de saliva y cosas así de simples pero era tal el temor que sentía por todo aquello que realizara una persona con bata blanca que no podía evitar temer cada paso que daba.