☁️34: casi descubierto☁️

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Sergey tenía una ligera sospecha de que algo andaba mal

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Sergey tenía una ligera sospecha de que algo andaba mal.

No pudo dormir bien la noche anterior porque no fue informado a tiempo de la ausencia de Jimin. No le dieron la oportunidad de activar el código de seguridad, ni de saber por cuánto tiempo el omega estaría desprotegido.

Se la pasó la mayor parte del tiempo sumergido en la computadora que estaba ligada al chip de rastreo, ciertamente no existían indicios de que algo malo estuviese ocurriendo, pero el alfa no terminaba de convencerse.

El comportamiento de Jimin estaba resultando sospechoso últimamente, y el alfa de verdad que estaba haciendo un gran esfuerzo para no comunicarse con los señores Park.

—Algo no cuadra aquí —comentó con el ceño fruncido.

En ese momento se encontraba en la cocina de servicio, con la computadora frente a él y una taza de café completamente ignorada.

JiWon lo miró con reproche. —No probaste el café.

—Estoy tratando de localizar al joven Jimin.

—Ya te dije que está con Momo —repitió la omega casi con aburrimiento—. La muchacha se encargó de llamar para informar que todo estaba bien y que en poco tiempo estarían aquí.

Sergey la miró sin estar convencido del todo. —¿Lograste hablar con Jimin?

—No —respondió ella—. Jimin estaba dormido cuando llamé.

—¿Y no te parece sospechoso que no hablaras con él en todas esas ocasiones que llamaste para saber cómo estaban? —indagó el alfa, mientras continuaba tecleando como loco.

JiWon sacudió la cabeza con energía para ahuyentar todas esas malas ideas que querían formar parte de su mente. Resopló y luchando contra sus propios nervios retiró el café ignorado para ocuparse en la cocina.

—Jimin está bien, estoy segura —dijo convencida.

Sergey estaba bastante dispuesto a replicar, pero se contuvo al notar la pequeña tensión en la omega. Él también tenía los nervios de punta, durante esos años que trabajaba bajo el cuidado del pequeño omega desarrolló un fuerte instinto de protección hacia él, sin contar con todo el aprecio que sentía por el sonriente pelirosa.

Quizá fue por ello que suspiró con profundo alivio cuando escuchó la voz de uno de sus hombres a través del audífono que llevaba puesto en el oído derecho, dándole la noticia que tanto esperaba oír.

"El joven Jimin acaba de llegar".

—Ya está aquí —informó Sergey, poniéndose de pie al segundo para salir hacia el exterior.

Lo miró salir del Aston Martin, y su amiga le acompañaba. Los ojos analíticos del jefe de seguridad se concentraron en el sonriente chico que lucía bien, bastante bien de hecho, con su atuendo impecable, sonrisa enorme y sin ningún golpe o rasguño a la vista.

ᴛᴏᴄᴀʀ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ☁️♡ ʸᵐ Where stories live. Discover now