Jimin es un omega mimado que siempre obtiene lo que quiere. Amante del rosa, las fresas y alardear de cada uno de los lujos que sus padres le ofrecen sin inhibiciones.
No obstante, llega un día en el que con su familia tiene que acudir a un sitio do...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Polos opuestos se atraen?, ¿los que se odian se aman?, ¿del odio al amor sólo hay un paso?
Eso y más se dijo a lo largo de la historia, muchas personas creyeron firmemente en esas palabras; sin embargo, hubo otras que pensaron que no era nada más que cuentos fantasiosos de mentes hambrientas de amor y nuevas aventuras.
¿Almas destinadas?, ¿un destino descrito por las estrellas del cielo?
Oh, sin duda esos fueron los más usados. La leyenda de las almas predestinadas pasó de generación en generación, y muchas veces fue utilizada para justificar traiciones dadas e inclusive obligarse a pertenecer en un lugar donde no había ni habrá felicidad.
Tanta complejidad para simplemente aceptar que el amor podría darse en cualquier momento y en cualquier lugar.
Los protagonistas de esta historia son todo lo que se mencionó anteriormente. Polos opuestos, enemigos a muerte, con intereses y pensares distintos, así como sus mundos.
Imaginarles juntos era un completo eufemismo, así de diferentes eran.
¿Y adivinen que pasó?
Cayeron rotundamente enamorados el uno del otro.
Min Yoongi terminó a duras penas sus estudios de secundaria, y mencionar la universidad estaba estrictamente prohibido. El alfa lo tacharía como el mayor insulto, y en consecuencia tendrías un puñetazo asegurado.
Amante de los tatuajes, la nicotina, el alcohol y las noches locas; siempre le gustó dar problemas y con sus amigos ha estado en la cárcel más veces de las que le gustaría admitir.
Sin duda una tormenta abrasadora y una profunda fuente de problemas, un desequilibrio total que daría vueltas violentas hasta desestabilizar a los que le rodeaban.
Park Jimin fue el único omega que nació en la familia Park durante los últimos años. Con una excelente educación en los mejores colegios privados, el chico supo vivir su vida llena de lujos y comodidades.
Tremendamente consentido por sus padres y abuelo quienes nunca le negaron algo, y que gracias a ello Jimin no sabía lo que significaba la palabra "no".
Caprichoso, presumido, irritable, mandón, y estúpidamente mimado; amante de los dulces, sobretodo aquellos que tenían fresas, así como fanático de despilfarrar todo el dinero que constantemente llegaba a sus manos.
Los dos con una enorme brecha dibujada en el camino, nunca pudieron imaginar que llegaría ese día en el que sus miradas se llegarían a cruzar.
Pero llegó... curiosamente ambos se conocieron y ese fue el inicio de esta historia de amor.
El alfa comenzó a correr con su pecho lleno de emoción. No podía creer que después de tantos altibajos se encontraba allí, en aquel lugar que representaba todo lo que él y su algodón rosa eran.
De repente sus ojos se encontraron con aquellos azules que le idiotizaron. Rió con fuerza, con toda la felicidad que sentía y que nadie nunca podría arrebatarle jamás.
Extendió ambos brazos y levantó la mirada para fijarla en el inmenso cielo azul cubierto de nubes, fue entonces que corroboró que ningún azul por infinito que fuese podría igualar jamás a aquellos mágicos zafiros que componían la mirada de su chico.
Los dos se observaron a pocos metros de distancia, y con el corazón latiendo con violencia dentro de su pecho fue que Yoongi gritó:
—¡Hey chico fresa, estar enamorado de ti es como tocar el cielo!
Jimin carcajeó sintiéndose tan enamorado que le resultaba imposible contenerse. Tomó un diente de león que estaba a su lado, dedicándose a acariciarlo mientras Yoongi se acercaba para sentarse frente a él.
Cuando lo tuvo así de cerca y mirándole a los ojos fue que el omega hizo su confesión:
—Estamos en un campo de dientes de león, y en cada uno de ellos he deseado que seas mío —respondió, con aquellos ojos azules acariciando a los del alfa—. Eres todo lo que quiero, con esos gruñidos, tatuajes y chaqueta de cuero —rió encantado, admirando las encías rosas que se asomaban con los pequeños dientes y que juntas dibujaban las sonrisas destinadas para él—. Eres mi dulce amor.
Y fue así como ellos demostraron al mundo entero que su amor sí era real.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Hola! Aquí ando estrenando una de mis nuevas historias porque después de tanto tiempo sin hacer nada por fin la planeé completa. 😂
Espero que les guste mucho, en lo personal me tiene emocionada. Tantoooooo que me animé a escribir a escondidas para que no me quitaran el móvil jajaja (estoy en el hospital)
Desde ya muchas gracias por todo el cariño y apoyo, trataré de actualizar semanalmente. ❤️
