53. Que bonito

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Jolyne se despertó con la salida del Sol. Aunque odiaba despertarse tan temprano su cuerpo se había acostumbrado a hacerlo con el Sol, y eso que habían dejado las cortinas de la habitación del hotel cerradas. Se sentía ligeramente desorientada, no tardó mucho en notar un cuerpo caliente acurrucado bajo ella bajo las mantas. No pudo evitar sonreír y enderezarse un poco para ver a Giorno dormir a su lado. Parecía tan sereno como siempre, aunque sin esa tensión subyacente que le acompañaba siempre, estaba realmente relajado. Quería acariciarle los rizos que le caían desordenados por la frente, pero tenía miedo de despertarlo al hacerlo.

Por desgracia para ella, Giorno estaba acostumbrado a estar continuamente a alerta, por lo que era sensible a sentir las miradas sobre él incluso cuando estaba durmiendo. Sus parpados se arrugaron un momento antes de abrirse.

-Puedes volver a dormirte -le susurró Jolyne, esta vez sin aguantarse y acariciarle la frente y jugar con sus rizos- Es super temprano.

-Pero no quiero hacerlo -masculló él mientras se dejaba caer bajo su toque- Prefiero pasar todo el tiempo que pueda con mi esposa antes de tener que regresar.

-Tu esposa... Jolyne sintió un cosquilleo en el estomago, aun sin acostumbrarse del todo a ser llamada así- Mi familia se va a volver loca cuando se entere. Quizás lo mejor sería que siguiésemos teniendo nuestro matrimonio en secreto un poco más, al menos hasta que pueda decírselo a mi padre -su cara se contrajo al pensarlo- Oh, Dios. Olvida a mi padre, mi madre me va a cortar en pedacitos cuando se entere y vea que no la invitamos.

-¿Serviría de algo si os ponemos a ti y a tu madre a cargo de organizar todo lo de la ceremonia publica? Por supuesto siempre podemos contratar a un planificador de eventos y tu siempre tendrías la última palabra en todo, pero quizás serviría para aplacarla un poco -Giorno se movió para quedar más cerca y poder abrazarla mejor- No quiero meterte en problemas con tu familia por mi culpa.

-Bueno, sí, se van a enfadar, pero si hay algo que he aprendido últimamente es que al final de todo, mi familia me quiere incondicionalmente.

Giorno hizo un ruido de aprobación gutural.

Jolyne abrió la boca como si fuese a hablar, pero entonces la cerró de nuevo. Después de dudarlo un poco, lo intentó de nuevo.

-Ey, Giorno, sobre nuestra boda publica y todo eso, estaba pensando en ello y eso, pero... ¿Te gustaría invitar a tu madre?

Las cejas de Giorno se alzaron y se acurrucó más contra ella. Hundió la nariz en su piel y respiró su aroma, todavía se notaba el aroma a flores de cerezo del gel de ducha que había usado la noche anterior después de hacer el amor. Ahora que el olor de su sangre no se imponía de manera tan brusca, fue capaz de apreciar la totalidad de su fragancia mientras que dormía pacificamente en sus brazos. Si tuviese algún dolor en ese momento, entonces...

-¿Punzie?

Giorno suspiró y volvió a mirarla de frente. Llevaba mucho tiempo sin pensar para nada en Lucia Giovanna, bloqueando cualquier cosa que le fuese a llegar sobre ella. Pero como su esposa, Jolyne se merecía saber ciertas cosas. Quizás cosas que debería de haberle dicho antes de aceptar casarse con ella.

-No tienes porque contarme nada con lo que no te sientas cómodo -le volvió a decir Jolyne con presteza- Quiero decir, soy tu esposa, no tu ama. Puedes tener secretos o compartirlos conmigo cuando te sientas listo. Además, hay cosas que se deberían quedar entre Josuke y tu en la terapia. Solamente era un pensamiento aleatorio.

-No, creo que prefiero contártelo -Le dijo Giorno, casi se sorprendió al darse cuenta de lo cómodo que se sentía con ellos. De todas manera no quería guardar secretos como este que podrían ser catastróficos si se guardaban a la larga- Incluso si la invitamos no estoy seguro de si aparecería. A penas y la he visto desde que maté a su esposo.

Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)Where stories live. Discover now