Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)

48. I put a spell on you

-Se te está saliendo algo de la camiseta -Shizuka le apuntó al tirante que le salía de la camiseta a Jolyne- ¿Eso es encaje?

Cuando Jolyne bajo la vista y confirmó que tenía una tira de encaje rosa que se había salido de su ropa interior por la camiseta sin mangas azul, se dio prisa en volver a taparla agradeciendo que le hubiese pasado en la privacidad de la habitación. A pesar de que la única testigo fue una niña de doce años, Jolyne no pudo mirarla a los ojos, demasiado ocupada tratando de que el sonrojo no se extendiese por toda su cara.

No había nada fácil de hacer en lo que había pensando para ese día. Para empezar, no estaba segura del todo de que el regalo que tan generosamente le había hecho Vinnie no fuese un regalo envenenado. Esa mujer, que no era exactamente una amiga de Giorno o una aliada de Passione le había dejado a Jolyne lo mucho que le importaba el Don a nivel personal, lo que la hacía recelar de ella. No sabía porque no sería capaz de usarla para explorar las debilidades de Giorno. Y cuando Giorno viese a Jolyne en toda su rosada gloria iba a caer sin dudarlo en la debilidad. 

En frente del espejo de la pared Jolyne se apartó el pelo del flequillo que le tapaba la visión, repasando todo el tinte nuevo en su pelo con el que Shizuka la había ayudado. Las dos habían estado ocupadas tiñéndole en pelo con tinte rosa, uno que Iulius le había traído de una de sus visitas a Venecia y lo habían usado para cubrir las partes en verde más claro de Jolyne. Simplemente había querido un cambio del maltratado tinte, pero tenía que admitir que el rosa le quedaba muy bien, incluso más que su verde de la mala suerte. 

-Que yo también soy una chica, y sabes que ni siquiera soy tan pequeña -se quejó Shizuka- Si no quieres que te escuche mientras cotilleas con tus amigas por teléfono deberías irte a hablar con ellas a otro lado en el que no esté yo. 

Jolyne prácticamente huyó de la habitación y luego del edificio, de cabeza al puerto. Shizuka la siguió sin cambiar de tema. 

-Puede que yo no tenga experiencia propia, pero he leído un montón de novelas románticas. Y también leo las de mi padre. Por supuesto que nunca se entera de que las cojo de su estantería. A no ser que se lo diga Okuyasu mamá no suele darse cuenta. Ah, y también tengo mucha experiencia de consejera de Rohan. Para él no soy demasiado joven para saber nada.

Según Jolyne iba acelerando la chica iba haciéndolo también para seguirle el paso y hablando en voz más alta.

-Es que no entiendo porque no quieres contarme nada sobre como te va con tu novi... -Shizuka frenó en seco cuando se dio cuenta de que Jotaro estaba esperando a su hija en el muelle.

-¡Papá! -gritó Jolyne- ¡Y tatarabuela Lisa Lisa! ¿Qué es lo que estáis haciendo aquí? ¿Habéis venido a decirme adiós?

-Estábamos esperando a que llegases para irnos todos juntos a Venecia -le replico con parsimonia Lisa Lisa, su mirada se fue hacia el tirante de la camiseta de Jolyne. Temiendo que se le hubiese vuelto a salir el tirarte, Jolyne se llevó la mano hacia allí otra vez- Tenemos que hablar con el joven Don.

-¿Tiene algo que ver conmigo? -le preguntó Jolyne mientras que se temía lo peor.

-No todo va sobre ti, querida -le contestó Lisa Lisa- Tenemos que hablar con él sobre otras cosas que tienen que ver con el Hamon y que nos conciernen, osea que tu estás más que invitada a participar en le reunión. Ahora, vámonos. El tiempo en la bahía nunca le sienta bien a mis viejos huesos.

-¿Y yo qué? -les dijo de golpe Shizuka- ¿Puedo ir yo también?

-Tu instructor me informo de que hiciste trampas durante el entrenamiento de ayer -le contestó Lisa Lisa- Y que como castigo te impuso repetir ese mismo ejercicio cinco veces en el fin de semanas. O sea que no.