21. Donatella

64 8 3
                                    

De todas las cosas en las que había pensando a lo largo de su vida lo de que ponerse para ir a Versace nunca había estado en la lista. Tenía que haber algo en la tonelada de ropa que escogió Trish que sirviera para ese día. Su salvación apareció encarnada en forma de albino grandote y malhumorado que le dijo que cogiese unas botas de tacón alto, pantalones negros y una camiseta  con algo de vidilla. Y luego le dijo que se diese prisa de una vez si quería que la maquillase.

Se suponía que iba a ser un día de compras normal. Bueno, todo lo normal que pudiese serlo un sitio tan caro. Era en parte una salida de amigos, estaba segura de ahora Giorno no le iba a hacer ni la mitad de caso que le hacía Trish. Con eso de no estar embrujado o como quisiera llamarlo por su sangre no tenía ningún motivo especial para prestarle mucha atención.

-Las gafas de sol son esenciales, y tienes que recordar ser todo lo perra que puedas. Se supone que eres la amante mimada de un hombre rico -le aconsejaba Abbacchio- La gente va a buscar cosas sobre ti para chismorrear, osea que no les des razones para querer quedarse cerca.

-¿Qué sabes tu sobre ser la amante de un hombre rico? -le preguntó Jolyne divertida.

-Niña, Bucciarati es un hombre rico y guapo. Estoy acostumbrado a lidiar con eras perras -le dijo mientras terminaba de difuminarle la sombra de ojos- Es importante lo de ser guapa, sí, pero tienes que ser la perra más grande de todas... Aunque no te voy a mentir, ayuda ser un hombre grande y fuerte.

Mientras que Jolyne iba a la entrada se sentía más relajada que antes. Haber sido preparada por Abbacchio la llenaba de confianza, y la imagen mental de él como la chica tímida protagonista de una película de adolescentes que peleaba con la capitana de las animadoras por su amado era suficientemente graciosa como para borrarle los nervios. Cuando por fin llegó se encontró a Giorno ya preparada, vestido en un traje menos formal de lo que acostumbraba a verle, pero con el estampado dorado clásico de Versace en la solapa. Al lado de su brillante cabello dorado el estampado deslucía un poco.

-Justo a tiempo. Mista va a ser nuestro chofer y nos está esperando ya en el coche, Trish nos esperan en su casa -Giorno le ofreció su mano- Estás estupenda.

Jolyne le miro desconcertada mientras aceptaba su brazo. ¿Era así de pegajoso antes? No solamente era el brazo, es que estaba acostumbrada a que prácticamente siempre huyese de ella y ahora tenerlo tan cerca se sentía, bueno, raro. No incomodo, pero desde luego que era raro.

Hasta ese momento Jolyne no había pensado mucho en donde vivían los demás. Sabía que Bruno, Leone y Narancia vivían también en el palazzo por si acaso hubiese algún problema mientras que los demás vivían en sus propias casas. Giorno la guio hasta el enorme todoterreno de alta gama que les estaba esperando. Mista ya estaba sentado en el asiento del conductor vestido de manera formal, eso sí que se le hizo extraño a Jolyne.

Cuando ambos fueron a entrar fue cuando Giorno le soltó el brazo, pero para ayudarla a subir.

-Antes de que nos vayamos, tengo que darte algo -le dijo Giorno cogiendo un pequeño bolso con aspecto de nuevo, se lo dio a Jolyne- Ábrelo.

Y eso hizo. Dentro había una cartera verde de Alexander McQueen. Miró a Giorno sorprendida, pero este le indicó que continuase. Al abrirla se dio cuenta de que estaba llena de documentación. Un documento de identificación y un pasaporte. Ambos con su cara y a cargo de María Jolyne Regio.

-Esto... No lo entiendo -le dijo Jolyne mirándolo- ¿Qué es todo esto?

-Después de la fiesta en teoría será seguro que salgas. En ese caso vas a necesitar tener documentación -se llevó la mano a su propio bolsillo de donde sacó otra tarjeta.

Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ