15. Decode

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Sus dos profesores eran maravillosos y bajo la tutela de ambos sentía que progresaba enormemente. Si alguna vez había considerado que Bruno era simple y llanamente un compañero al que se le daba bien mandar con un Stand útil, su perspectiva había cambiado totalmente. Ese hombre era verdaderamente un peligro y cada día desde hacia dos semanas tenía que arrastrarse hasta la cama para colapsar complemente exhausta.

Ok, seguía sin aprobar que Giorno hubiese organizado las cosas sin pensar en preguntar primero, pero la verdad era que estaba bastante contenta con como estaban saliendo las clases. Según pasaban las semanas su cuerpo empezó a estar notablemente más en forma, además de que estaba siendo capaz de usar las habilidades de su Stand de maneras incluso más ingeniosas. Bruno incluso había hablado con ella sobre que quizás podría desarrollar con el tiempo la habilidad de hacer cuerdas con otras personas también, no solamente con ella misma, no perdería nada por intentarlo.

Trish dejó de insistir en sacarla de compras, pero un par de días a la semana iba al palazzo para visitarla. A veces incluso se quedaba a cenar y veían una película juntas.

Narancia se ofreció para ayudarla a entrenar también un día, pero terminó usando su Stand para coser los tiros que le había dado momentos antes de que Giorno entrase en el gimnasio para curarla del todo. Les acabó regañando mucho a los dos por descuidados, pero especialmente a Narancia.

Jolyne y Fugo rara vez hablaban. Cuando le preguntó por su Stand incluso pareció ofendido. Desde entonces siempre le parecía como si estuviese sintiéndose insultado por su mera presencia o molesto, por lo que ella pensó en que lo mejor era ni siquiera intentar hablar con él. Si quería tener a alguien alrededor que pareciese capaz de estar de mala leche permanente, la compañía de Abbacchio era cientos de  veces mejor.

No había interactuado mucho con Giorno desde la noche del jardín. Si se veían se saludaban educadamente, pero no mucho más de eso. Por eso le sorprendió tanto cuando se le apareció de repente para informarla de que necesitaba hacer un viaje rápido a Nápoles. Ella estaba por desearle un buen viaje cuando le dijo que hiciese las maletas para una noche fuera. 

Era una petición extraña, pero después de haber estado tanto tiempo encerrada en el palazzo no lo iba a rechazar.

Se había acostumbrado a los coches grandes, de alta gama pero relativamente normales que usaban para moverse por la zona, no debía de estar impresionada para anda cuando vio el Maseratti. Cerró la boca al darse cuenta de la tenía abierta en un gesto fascinado y al fijarse en que Giorno la estaba mirando por el rabillo del ojo expectante.

No había salido fuera desde que llegó al país mucho, pero se dio cuenta bastante rápido de que los italianos tenían un estilo especial para conducir. Un estilo que le gustaba llamar "rápido y sin respeto por las vidas ajenas ni por la propia". Giorno parecía un maestro en este estilo.

-Sé que tu están puede curar y traer de nuevo de la muerte, pero preferiría no tener que comprobarlo de primera mano -le dijo Jolyne agarrándose con fuerza a su cinturón de seguridad después de verlo pasar casi al doble del límite de velocidad.

-No voy tan rápido -trató de excusarse, pero incluso para el mismo sabía a mentira- Bene, supongo que puedo reducir la marcha un poco.

Según deceleró el coche, Jolyne pasó un tiempo dedicada a maravillarse de lo cómodo que parecía en un asiento que a todas luces parecía pequeño para él, así como para el coche entero teniendo en cuenta lo bajo que era. Era una suerte que el vehículo estuviese diseñado para el confort que cualquier tipo de conductor. Su asiento estaba estirado hacia atrás, con sus largar piernas asomando cada vez que se le veía cambiar entre los pedales.

Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)Where stories live. Discover now