I. Ain't no rest for the wicked

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A la edad de 12 años la sangre de Dio Brando despertó se en él. Al hacerlo su pelo cambio y se manifestó su Stand, todo su mundo pasó de ser oscuro a dorado de golpe. Con tan solo quince adquirió el Requiem, teniendo así el Stand más poderoso, y tomó el control de Passione. Con el submundo de Italia bajo su control y más poder del que nunca podría haber imaginado, los problemas normales de la adolescencia como el instituto, la pubertad y todos esos cambios corporales eran lo que menos le preocupaban, no tenía espacio para ellos en su mente.

Más fuerte, alto, dorado y más poderoso cada día que pasaba, los otros mafiosos habían dejado de reírse hace tiempo cuando escuchaban hablar del adolescente Don de Passione. Cuando un sacerdote contactó con él no le pareció extraño. Estaban en Italia después de todo, no era nada raro que el clero tuviera contactos con la mafia. La llegada de Enrico Pucci no le sorprendió, al menos en ese sentido.

Del sacerdote aprendió unas cuantas cosas que no esperaba, le trajo unos conocimientos más que reveladores. Lo primero que le dijo fue que su padre había sido un vampiro; además de esa revelación, también aprendió de la existencia de la familia Joestar y de su papel en la derrota de su padre. Lo segundo que le fue revelado tras lo de su padre fue que tenía bastantes hermanos. Y lo tercero y último fue que que la sangre de su padre los transformaría en dhampiros cuando creciesen.

Abraza ese poder. No sería bueno para nadie, y menos para ti, que lo rechazases, le aconsejó Pucci.

Ante esas palabras, Gold Experience Requiem se materializó detrás de él y le pregunto si parecía alguien carente de poder. Los ojos del sacerdote brillaron y su tono cambió a uno casi reverencial. Le informó a Giorno que había encontrado a sus hermanos, pero que era en el primero en el que Pucci había visto por fin el autentico legado de Dio. Incluso si Giorno no quería aceptarlo ahora él estaría esperándolo con los brazos abiertos cuando fuese el momento en el que quisiera cumplir su destino.

Eres el heredero de DIO, no tengo ninguna duda sobre eso. Mi fé en el Señor DIO es fuerte, como fuertes son tus poderes. Ven a mi cuando estés listo, joven amo. Estaré esperando por ti con el resto de tu verdadera familia.

Ir con él era algo que Giorno no llegó ni a considerar, pero eso no significaba que por ello estuviera menos curioso sobre sus hermanos y los Joestar. Recordó a ese joven japonés al que había robado a la tierna edad de 15 años, ese que le ayudó a vencer a Black Sabbath durante su prueba para entrar en Passione. El hombre que le ofreció ponerlo en contacto con la Fundación Speedwagon; supuso que si los buscaba no tendía muchos problemas en encontrarlos. Y fue justo eso lo que hizo. Esta vez, no obstante, no fue un amable japonés bajito el que fue en su encuentro.

Ese hombre también era japonés, pero las similitudes entre ambos acababan allí. Giorno estaba acostumbrado a intentar intimidar a la gente con la estatura que había ganado, pero increíblemente, ese hombre media unos cuantos centímetros más que él. Y ciertamente no parecía amistosos ni amable.

-Doctor Kujo, bienvenido a Roma -le saludó en perfecto inglés- Imagine mi sorpresa cuando escuché que unos de los directores de la Fundación venía personalmente. Por favor, tome asiento.

-No debería sorprender cuando fue usted el que nos buscó -replicó el Doctor Kujo con sequedad- Koichi me dijo que podía confiar en usted, Señor Giovanna. Y aun así según he escuchado que es usted el jefe de la mafia de toda Italia.

-Signore Hiroshe tenía razón. Soy una persona confiable, pero soy el Don de la mayoría de la mafia italiana.

-Entonces entenderá que es difícil para mi creer en usted; creer que no es como su padre en estás circunstancia y que no merece su mismo final -dijo el Doctor Kujo en un tono helado- Pero quiero creer en Koichi, que no eres igual que tu padre.

Gold Experience Requiem se manifestó protectoramente detrás de su amo. Como siempre, el aura de poder del Stand llenó la habitación, pero no pareció afectarle demasiado al Doctor Kujo. Sus ojos verdosos permanecían letales, como si las promesas de una posible muerte fuesen algo con lo que estuviese acostumbrado a lidiar. Algo peor que la muerte, se obligo Giorno a recordar. A pesar de la invencibilidad de GER, un imperceptible escalofrío bajo por la espalda de Giorno.

-Cuando tenía 17 años mi madre cayó enferma con peligro de morir por culpa de tu padre. Viajé con mi abuelo y algunos compañeros a Egipto para acabar con él. Durante ese tiempo asesinó a mucha gente inocente. Los asesino porque era un monstruo que robó el cuerpo de mi tatarabuelo y su existencia solamente trajo dolor y sufrimiento a cada alma, inocente o no que se cruzaba en su camino, ¿es usted como su padre, Señor Giovanna?

-La única cosa que tengo de mi padre es... Esto -Tomó la antigua foto de su cartera. El hombre de la fotografía era DIO, la cicatriz del cuello se distinguía en el cuerpo de Jonathan Joestar- No quiero ser como mi padre, fuese o no un monstruo, si es que elijo creerle ya que no le conocí. Si lo que dice es cierto tampoco quiero saber más sobre él. Quiero limpiar las calles de drogas, pero para eso necesito el poder de Passione. Alguien me dijo que los Joestars son mis parientes de sangre, pero después de conocerle a usted creo que estoy bien sin tener familia, igual que he estado siempre.

Si hablaba con sinceridad la reunión fue poco menos que horrible, pero el doctor Kujo le garantizó que podría contar con la FSW en cualquier momento. Si era hijo de Jonathan Joestar tenía ese derecho, para eso había sido fundada, para cuidar a los herederos de Jonathan. Según pasaron los años rara vez volvió a pensar en Jotaro Kujo, pero sus hermanos le venían a la mente de vez en cuando. No podía evitar recordar su propia infancia, con su padrastro golpeándolo mientras su madre lo ignoraba, pensaba en si su experiencia sería parecida a la de sus hermanos. ¿Habrían tenido mejor suerte que él encontrando una familia, o habrían vivido como lo había hecho él hasta el día que se encontró con Bruno?

Passione era su familia ahora, desde luego Mista y Fugo eran mejor familia de lo que nunca habían sido su madre o su padrastro. Joder, incluso Abbacchio había sido mejor figura paterna que su padrastro. Y pensaba mucho en Bruno. Sabía que todo lo que había hecho había sido terrible pero necesario y no se arrepentía de casi nada, salvo de la muerte de Bruno Bucciarati, eso siempre le traía una puñalada de culpa con la que nunca se veía capaz de lidiar del todo.

Pero era un hombre ocupado que normalmente no tenía ni siquiera tiempo para hacer algo como ponerse enfermo. Bueno, al menos así fue hasta que un día lo hizo. Como si las palabras del sacerdote hubiesen sido una profecía, unos días antes de su veinteavo cumpleaños se vio superado por una extraña fiebre que ni GER se veía capaz de controlar. Quizás hubiese sido más traumático si no fuese esperado. Su piel parecía más pálida y sus dientes ligeramente más afilados, pero al menos el sol no le mataba. Notó que tampoco le provocaba la misma sensación agradable de antes, pero seguía lejos de poder matarlo.

Tenía tres opciones sobre la mesa.

La primera era seguir buscando por sus propios medios todo lo que pudiera encontrar de su nueva condición. Desafortunadamente a pesar de todos los vínculos de Passione no se podía decir que tuviesen muchos conocimientos sobre el mundo sobrenatural.

La segunda opción era buscar a la Fundación Speedwagon, tenían un autentico grupo de expertos en esa materia. Recordó al doctor Kujo y su expresión helada mientras hablaba de matar a su padre sin importarle nada como podría sentirse. Bueno, era el jefe de la mafia, era Don Giovanna, tampoco debería importarle una organización de ese tipo.

La última opción era el sacerdote. Aquel que había conocido a su padre y que declamaba estar con el resto de su familia, ese que lo había invitado a unirse a él y abrazar su destino.

El número de teléfono era largo, como lo era cualquier de una llamada internacional; más que suficientes números para arrepentirse y dejar de marcar. Pero estaba resuelto y su espíritu era inquebrantable. Al otro lado de la línea el sacerdote estuvo más que contento de responder a la llamada.

Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)Where stories live. Discover now