Bloody Golden Butterfly (JJBA Fanfic) (Giorno x Jolyne)

8. I cant take me eyes off you

Las miradas de odio que los dos hermanos intercambiaron fueron bastante incomodas para Jolyne, mayormente por lo de estar en medio del campo de visión de los dos. Ella empezó a jugar con la idea de moverse discretamente a un lado sin que Donatello lo notase ahora que estaba tan centrado en el otro rubio. Ahora que el poder del Stand se había apagad podría salir corriendo fácilmente antes de que los dos rubios empezasen a pegarse entre ellos. Le hizo una señal a Anasui para que se estuviera tranquilo y quiero y otro gesto a F.F. para que bajase el arma con el que estaba apuntando a Donatello, un Donatello que cada vez parecía más y más un vampiro escalofriante.

Podría hacerse la inconsciente y gatear poco a poco cuando no estuviesen mirando en su dirección. Era un plan infalible. Se felicitó mentalmente por ser un genio.

-Jolyne, querida, ¿dónde piensas que vas? -le preguntó Donatello volviendo su atención de nuevo a ella. Ella paró en secó ante su mirada con las cejas arqueadas.

Bueno, quizás no había sido tan buena idea, pero se las había arreglado para alejarse un poco. No tuvo oportunidad para mirar de nuevo en dirección a sus amigos de nuevo. Donatello acababa de tomar un paso en su dirección a la vez que el otro rubio al que había llamado hermano, justo en respuesta a su acción.

Un Stand azul surgió tras Donatello y a la orden de "Underword" los prisioneros que habían desaparecido volvieron para atacar a su hermano. No habían avanzado ni dos pasos cuando el otro dijo "Gold Experience". Para su sorpresa dejó que los prisioneros siguiesen acercándose a él; Jolyne ya se había preparado para ver como le daban una paliza cuando escuchó "Requiem" y la terrible habilidad de Underword se apagó al instante.

-Tenía que intentarlo -le dijo Donatello con un suspiro casi apologetico, pero con nada de arrepentimiento real en su cara- No pudiste salvar al viejo, no vas a ser capaz de salvarla a ella tampoco. 

-No vas a matar a más Joestars -le dijo el otro con tanta solemnidad que sabia a juramento.

-Oh, pero no voy a matarla. Solamente necesito tomar un poco de su sangre y eso puedo ir haciéndolo poco a poco en varias ocasiones -Jolyne sintió un escalofrío en los huesos al escuchar eso- Creo que esto va a gustarte, hacerla mía va a servir para terminar con el maldito ciclo entre nuestras familias.

-¡Que te jodan rubito! -le gritó Jolyne en pleno arrebato de rabia y perdida de sangre- Quiero decir al que dice que quiere hacerme todas esas mierdas raras. El otro parece algo así como un aliado, ¿no? Si no lo eres, ¡que te jodan también! Pero lo decía mayormente por Donatello, eso -empezó a balbucear y gritarle todo lo que se le pasaba por la cabeza aunque no tuviese mucho sentido. 

A Jolyne le pareció que el rubio que no era Donatello se estaba riendo, pero solamente por unos instante. No supo que pasó después de esos, porque la siguiente cosa que tuvo clara es que después de escuchar un "ziiiiiip" debajo de ella, antes de que pudiese siquiera gritar, cayó dentro de una especie de vacío.

-Justo en el blanco, caro mio -dijo una voz profunda.

-Jolyne, no te asustes -cuando fue capaz de ver otra vez vio a un hombre con un corte de pelo a lo bob y una expresión amable- Estamos escapando de Donatello con mi Stand. Giorno ha ido a pararlo, pero es escurridizo y siempre se acaba escapando. Parece como si su habilidad hubiese evolucionado para salir corriendo. Oh, pobre chiquilla, estás sangrando por todas partes. Voy a cerrar sus heridas mientras esperamos a Giorno. Por cierto, mi nombre es Bruno Bucciarati y este otro hombre tan guapo es Abbacchio.

-Intenta que no se desmaye  por la perdida de sangre hasta que Giovanna vuelva -le dijo el antes mencionado Abbacchio.

Una cosa era decirle que no se desmayase y otra era aguantar consciente. Su hubiera tenido energía lo habría hecho sin problemas, pero es que a penas y podía caminar. De hecho, después de intentarlo un poco, ni siquiera pudo seguir andando y el más alto tuvo que llevarla en brazos mientras el moreno usaba su Stand para ir moviéndose por el espacio de una manera que ella no acaba de entender.