Capítulo V

49 8 2
                                    

Paul Brown

Cuando terminé de hacer varias entrevistas que tenía y alguna que otra sesión de fotos, volví junto con mis compañeros al hotel. Vamos a ver si almorzamos para coger fuerzas antes del partido de hoy.

Estoy muy nervioso. Es la primera Liga que hago de este nivel y, aunque me fue bien en el partido anterior, quiero bordarlo en el siguiente. No es una liga normal, sino que se basa en eliminatorias. Si pierdes, te vas a casa. Vemos muchas posibilidades de ganar a Los Tigers. Somos equipos de regiones diferentes, pero concentrados en Nueva York con un fin común. Estamos muy confiados, aunque nunca hay que dar nada por hecho. Nunca se sabe que puede pasar en los noventa minutos que dura un partido.

Además de eso, Lisa no me contesta desde hace unas cuantas horas y me estoy poniendo de los nervios. Echo muchísimo de menos a esa pequeña sin vergüenza. Esta semana no hemos podido hablar mucho, porque estuve haciendo mil cosas y a veces no me da la vida para llegar a todo. Eso sí, todos estos días le he estado preguntando por su día, por sus estados de ánimo y le estuve informando sobre lo que iba haciendo. Siendo totalmente sincero, estoy deseando verla, aunque no sé si podré hacerlo antes del partido. Sé que llega hoy a Nueva York, pero no le pregunté la hora exacta.

—Vuelve al mundo real amigo—me da un golpe amistoso Eric.—¿Dónde tienes la mente?¿En qué piensas?

—Está pensando en la Smith pequeña—se burla Peter mientras se ríe con Jack.—Hace una semana que no se ven y, como viene hoy, va a viajar al mundo de los enamorados.

—Cállate un mes, Peter—digo mientras ruedo los ojos provocando la risa de todos.

Peter y Jack empiezan a hacer el subnormal haciendo que nos imitan a Lisa y a mí. Uno se cuelga en los hombros del otro haciendo que todos riamos al unísono.

—Yo que tú se lo decía ya enano—me dice Ben mientras me pasa un brazo por encima de los hombros.—¿Qué tienes que perder?

Si tú supieras...

—No agobiéis al niño eh—dice Jeremy.—Hará las cosas cuando él lo vea conveniente y esté cómodo, ¿de acuerdo? Para el amor no hay prisa ninguna.

—Muy bien dicho capitán—dice metiéndose en la conversación el míster haciendo que me ponga rojo de la vergüenza.—Ahora quiero a cada uno en su habitación. Os ducháis, os ponéis el chándal, cenamos y nos vamos.

Obedecemos al instante las palabras de nuestro querido entrenador para salir con tiempo, porque en todas las comidas nos ponemos a contar lo que sea y hoy no nos podemos permitir llegar tarde.

Antes de meterme en la ducha, decido mandarle un mensaje a Lili.

yo:

Reina, ¿estás bien? 

Estás algo desaparecida. 

¿Cuándo vas a llegar? 

Avísame cuando puedas, por favor.

Me ducho con tranquilidad mientras canto una canción de Coldplay. Al terminar, me enrollo una toalla en mi cintura y agarro el teléfono para saber si Lisa me ha contestado.

Mi minion❤️🔥:

No tengo ni idea tío. 

No sé si estoy en la puerta correcta, porque llevo un rato llamando al timbre  y aquí no abre nadie :( 

Que vergüenza como me abra quien no es JAJAJAJAJJA

Salgo disparado como una bala hacia la puerta esperando que no sea una broma. Y, efectivamente, cuando abro la puerta, la veo al otro lado tan bonita como siempre. Ella me sonríe antes de que yo la agarre y la estrelle contra mi pecho.

Te necesito conmigoWhere stories live. Discover now