XXXIX. BEHIND THESE HAZEL EYES

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Cuatro meses después.

Había terminado la lista de mis damas de honor cuando mi madre entró sin tan siquiera molestarse en llamar a mi habitación. Había perdido ese privilegio, pues mis padres se habían encargado de explicarme que la privacidad era uno de los privilegios que me habían dado, cuando había salido del coma. Aún estaba confusa respecto a lo que había sucedido en el accidente, pero había algo que jamás se me habría podido olvidar.

Más exactamente una conversación que habían mantenido mis padres cuando creían que yo aún seguía inconsciente.

-No puedo creerlo –había dicho mi madre, molesta-. Ha coqueteado con ese chico, es obvio que han llegado mucho más lejos... y estaba embarazada. ¡Embarazada de Romeo Beckendorf! ¿Tienes idea de lo que hubiera podido suceder de haber seguido adelante con el embarazo? ¿De haberse enterado Patrick? Todo nuestro trabajo se habría esfumado. Hubiera preferido que ese bebé fuera un Weiss –añadió con desdén.

Escuché unos pasos.

-Lo importante es que se ha corregido ese error –debía estar refiriéndose a mi embarazo. Un embarazo del que no había tenido noticia hasta ese mismo momento-. Es mejor que ella no lo sepa. Y agradezcamos a Dios que el accidente se haya llevado consigo a ese bastardo. De lo contrario me habría deshecho de los dos.

Ninguno de ellos dijo nada más. Cuando desperté del coma ambos se mostraron de lo más amables y preocupados conmigo; yo apenas tenía recuerdo de lo que había sucedido, así que dejé que ellos me explicaran su versión. Mi madre me miró con gravedad y procedió a relatarme con todo lujo de detalles la desfachatez que había tenido R conmigo cuando, después del accidente, había salido huyendo; mi madre prosiguió contándome que algo se nos había cruzado en la carretera, en la huida desesperada que habíamos montado R y yo, estampándose en el coche y provocando que R perdiera el control. Además, añadió, tenía suerte de que Patrick no tuviera noticia de mi desliz, como llamó a mi relación con R.

En algo sí que había acertado mi madre: R había desaparecido de la noche a la mañana y no trató de ponerse en contacto conmigo en ningún momento.

-Genevieve, tenemos que marcharnos –me avisó mi madre, devolviéndome de nuevo al presente-. Patrick vendrá a las nueve para que podáis pasar un rato juntos y ultiméis los detalles de la ceremonia, ¿me has entendido?

Bajé la mirada.

-Sí, mamá –asentí en tono sumiso.

Mi madre me dio el beso de rigor en la mejilla y me pidió con un gesto de mano que la siguiera hacia el piso de abajo; no me permitían estar mucho tiempo sola y yo ya había gastado mi cupo diario. Mi habitación estaba casi vacía debido a que mis padres habían llegado a la conclusión de que debía mudarme junto a Patrick al apartamento que tenía en el Centro.

Mi fiesta de compromiso había tenido lugar un mes después del accidente; mi familia se encargó de todo, ya que yo estaba todavía recuperándome de las secuelas. Lo único que tuve que hacer fue asistir a mi propia fiesta y sonreír como si estuviera encantada de estar allí.

Además, ahora que Patrick había comenzado a asistir a unos cursos preparatorios en la universidad podría tener tiempo para mí si me mudaba definitivamente a su apartamento, lejos de las garras de mis padres.

Se me escapó un suspiro mientras bajábamos por las escaleras, donde me esperaba Davinia, que era la encargada de hacer de niñera conmigo; mi madre me miró como si hubiera dicho algo sumamente grosero y frunció los labios después, lanzándome una mirada de aviso.

Mi padre me dedicó una rápida mirada antes de coger a mi madre por la cintura para que salieran de allí cuanto antes.

Él era el que más decepcionado estaba conmigo. Haber descubierto que tenía una relación secreta con el hijo de su enemigo había sido un duro golpe para él; había creído fervientemente que todo había terminado en el mismo momento que había recibido una llamada del hospital donde le informaron que su preciosa hija había tenido un aparatoso accidente del que no sabían si lograría recuperarse. Pero su sorpresa fue mayor cuando descubrió todo lo que había sucedido.

LAST ROMEOWhere stories live. Discover now