87: El show final

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No les tomó mucho empezar a ver el humo, el color gris del cielo era imposible de ignorar. Y el asfixiante olor a quemado solo hacía más incómodo esta carrera. Gracias a estar cargando con los equipos, su velocidad se vio reducida considerablemente, y con los efectos ambientales jugándoles en contra, ellos sentían que no avanzaban nada. Aun así, ellos tenían algo volando a velocidades ultrasónicas: sus mentes.

A pesar de la tensa situación, ellos no estaban llenos de duda o miedo, sino de esperanza. Este día tan angustiante los ha dejado agotados física y mentalmente; ellos ya no tienen la fuerza para pensar en las cosas malas, por una vez quieren pensar en lo bueno. Ellos trataban de imaginar el sitio intacto, querían creer que todo estaría bien.

Solo se quemó una porción; solo se quemó la mala hierba; solo se está quemando el techo del invernadero, el resto está intacto. Todo estará bien, será reparable y podrán seguir con sus vidas con una sonrisa. El lugar estará bien y podrán ser felices, no más angustia, no más peleas, no más gente ridícula tratando de lastimarlos. Ellos podrán descansar por un mes.

Ellos deseaban eso con todas sus fuerzas, tanto que consiguieron ignorar su sentido común durante todo el trayecto. Para cuando les faltaban pocos metros para llegar, ellos se prepararon para la gran revelación. Sus mentes estaban listas, pero sus cuerpos no, y lastimosamente, ellos no tenían ninguna forma de cambiar lo que estaba ocurriendo.

+ ¡Detente! – ese grito salió automático, aun sin ver que ocurría con exactitud, pero sabiendo que era malo por el fuerte sonido de las llamas.

Tal como esperaban, Henry fue el perpetrador, eso no fue sorpresa. Sin embargo, lo que más temían se hizo realidad: la magnitud de las llamas era grave. Mientras que los huertos y flores no habían sido tocados de momento, el invernadero estaba completamente en llamas. De pies a cabeza; las llamas lo estaban consumiendo en su totalidad junto con todo lo que tenía adentro. Plantas, herramientas, notas; todo estaba siendo incinerado.

Lograron bloquear parte del olor en su camino, pero ahora que estaban de frente con el problema, todos tosieron con moderación.

+ ¡Ahhhh! – y con los gritos de Henry, su furia empezó a elevarse –, ¡esperen esperen, déjenme hablar!

Henry soltó lo que sostenía y alzó sus manos con la esperanza de ser escuchado. Un deseo que difícilmente seria escuchado.

Hunter fue el primero en avanzar, ya que no quería perder su tiempo, él alzó el extintor para darle un rápido golpe en la cabeza para luego ir a apagar las llamas. Simple y efectivo. Un plan que se vio frenado cuando Willow se le adelantó.

Ella cargaba con una tensión e indignación superior a la de todos los presentes, era esperable que fuese la primera en salir corriendo lista para erradicar lo que tanto la molestaba. Eso naturalmente aterró a Henry, llevándolo a taparse el rostro a la espera del doloroso castigo que recibiría.

+ ¡Aggg! – y no se equivocó, el impacto dolió, pero este no fue tan contundente como anticipaba.

Willow chocó con él, pero esa no fue su meta principal, a decir verdad, a ella no podría importarle menos su existencia. Él es un inconveniente menor, una simple pieza de este gran sistema que la estaba atacando. Henry podía sufrir las consecuencias de sus actos después, pero en este instante hay que apagar las llamas.

La decisión de Willow sorprendió al grupo, pero ellos siguieron su ejemplo. Todos pospusieron el castigo para después y se enfocaron en el verdadero problema frente a ellos.

Cada uno cargaba un extintor, así que decidieron separarse para ir apagando el sitio desde esquinas distintas. Así, en caso de no poder apagarlo en su totalidad, por lo menos podrán detener su propagación. Era una buena estrategia viniendo de un grupo con 0 conocimientos a la hora de apagar incendios. Y, tal como uno esperaría, vio múltiples complicaciones a la hora de ponerlo en acción.

Hermanos a la obra (Lumity /Huntlow)Where stories live. Discover now