Hermanos a la obra (Lumity /Huntlow)

37: Ataque de panico

Disculpen la tardanza, corrí el riesgo de que me deportaran o que por lo menos me botaran de la casa. Pero ya todo esta resolvido (espero xd) asi que volvamos con la programación habitual

Viernes

6:00 am

Temprano en la mañana la luz se coló por la ventana, con su increíble precisión aterrizó sobre los aletargados ojos de cierta peli verde, forzándola a moverse en un intento por seguir dormitando. Esa decisión la llevó a quedarse boca abajo, esperando que el sueño regrese a ella. Pero ella sabía que eso sería imposible.

En el instante que recuperó parte de su conciencia, su cuerpo comenzó a activar sus funciones, sería solo cuestión de tiempo que ella termine de despertarse. Los rayos del sol de hecho eran un simple extra, con o sin su ayuda ella se hubiese despertado.

A fin de cuentas, para eso fue entrenada.

Aun mareada, se dio vuelta una vez más, desarropándose por completo en el proceso y dedicándose a contemplar el techo, contando las motas de polvo que hayan aparecido en la noche... habían 3 manchas, eso implica que podrá limpiarlo después. Un alivio.

Con eso revisado, ella se dedicó a evaluar sus planes del día: desayunar, ir a la escuela, buscar cualquier posible carta del acosador de Luz, hablar con Luz; parte muy importante cabe destacar, averiguar cómo puede disculparse con Willow; o en su defecto dejar de hablarle para no suponer una molestia para ella, tomar notas de la clase... tomar muchas notas de las clases, ayudar a mamá en cualquier trabajo que tenga el día de hoy; rezar que no tenga trabajo el día de hoy para poder omitir esa parte, y finalmente descansar en casa.

A excepción de Willow, nada dista de sus planes de la semana pasada, así que esta recapitulación le tomó poco tiempo, no el suficiente para reactivar por completo su conciencia, pero si el necesario para que su sistema motriz de forma automática la haga cepillarse los dientes.

En el baño terminara de despertar, así que no debe preocuparse de seguir en modo estúpido para cuándo baje al comedor.

Arreglar sus útiles escolares, ponerse el uniforme, bajar a desayunar, soportar a sus hermanos. Todo completamente normal.

+ Ayer no me informaste que hiciste – pero esto no era normal. Cualquier queja de su madre es algo que temer –, respeté tu privacidad y te dejé tranquila ayer, así que ahora que debes estar mejor, ¿podrías decirme que ocurrió?

Su mama no le dirigió la mirada, ella estaba concentrada en su comida y en su teléfono, lo más probable es que esté revisando su lista de quehaceres. Las únicas miradas encima suya eran la de sus hermanos; los cuales se movían entre sus platos y ella en un patético intento por no incomodarla, él único ajeno a esto era su papa, y eso era debido a que estaba mirando a la nada sin tocar su plato, perdido en quien sabe que pensamiento con los ojos dilatados. Eso pasa muy seguido.

+ Tuve un mal día – Amity habló con una voz muerta, ni siquiera su miedo era perceptible.

+ Imagino que lograste resolverlo en el transcurso del día – su mama la miró un instante, deseaba evaluar su reacción para conseguir una respuesta inmediata. Y como su hija no respondió en el acto, sino que se limitó a ver su comida, ella supo que no lo resolvió –. ¿Necesitas asistencia con tu problema?

+ No señora, no hace falta – su respuesta fue igual de vacía que antes, quizá un poco más agitada que al principio, pero seguía siendo una voz robótica.