Hermanos a la obra (Lumity /Huntlow)

67: Tu me haces feliz

Los juegos demostraron ser un rotundo éxito, todos los estudiantes pasaron un buen rato, y si a eso se le suma la excelente comida, este día garantizó ser uno recordado por todos.

+ Será duelo a muerte con cuchillos – pero eso no evitó que hubiese algunas excepciones.

+ ¿No hay una mejor forma de resolver esto? – Hunter habló angustiado, sosteniendo el cuchillo de plástico con más fuerza de la necesaria.

Estaba arrepintiéndose muy fuerte de haber venido aquí.

+ Lo siento, yo no pongo las reglas.

+ Literalmente elegiste las reglas de esto. ¿Y por qué tengo que ser yo?, te dije que no quería hacerlo, ¡ella literalmente se propuso a hacerlo!

Hunter señaló con ambas manos a Willow, la cual estaba teniendo un duro combate entre su preocupación de los malos recuerdos asociados al cuchillo, y la risa que le da verlo quejarse de esta forma.

+ La gordis me da miedo – la declaración del chico lo dejó en blanco, incapaz de decidir si estaba feliz de que reconociera la fuerza de Willow, o rabia de que esté usando ese apodo.

+ Te pediré que utilices Madreselva de ahora en adelante – por eso, él decidió un acercamiento medio.

No podía sonreír al escuchar a alguien usar ese apodo con ella, pero el contexto le permitió mantener la calma y actuar de forma racional. Y la opción más racional era corregir a este sujeto para que no cometa ese error de nuevo.

Porque si lo vuelve a hacer en su presencia, es seguro que él no será tan amable como el día de hoy.

+ ¡Ahh! – sin embargo, esa reacción en extremo asustada no era algo que él esperaba.

Él no utilizó ningún método de intimidación, esta fue de las respuestas más tranquilas que ha dado. Siendo así, eso solo podía significar que otra persona lo intimidó, y esa persona estaba a su espalda.

Él volteó a ver a Willow por un momento, confundido al verla tan calmada como antes. Eso lo hizo descartarla como la perpetradora, pero eso seguía sin resolver el misterio.

+ ¡Peleen! – y el grito del encargado mandó a callar su mente.

Willow fue quien lo asustó, y dado que Hunter estaba muy quejumbroso, él decidió castigarlo iniciando el combate mientras estaba distraído. Así se llevaría una derrota y lo haría perder algo de tiempo.

Un castigo inofensivo y molesto.

+ ¡Ah! – pero sus planes se vieron arruinados cuando la batalla terminó de forma abrupta en cuestión de segundos. Y eso fue así dado que todo lo que Hunter tuvo que hacer fue arrojar el cuchillo al rostro de su oponente.

Eso por lo general no serviría, tirar tu arma sin duda sería una pésima idea en un combate simulado, a menos claro que seas Hunter y tu método de ataque mejor conocido sean los lanzamientos.

Para él, arrojar el cuchillo directo a la nariz de su oponente para hacerla soltar su cuchillo fue en extremo sencillo, tan sencillo que hasta parecía trampa.

Y tal vez lo sea, pero eso no es algo que vayan a reclamarle.

+ Listo – habiendo obtenido su victoria, Hunter reclamó su premio con rabia. Ignorando por completa a la herida y al chico sorprendido.

+ Bro, eso fue increíble, ¿Cómo lo hiciste?

+ El premio.

Él extendió su mano, mirándolo con enojo para que entienda que no va a tener ninguna conversación con él. Eso decepcionó un poco al chico, pero decidió obedecer y darle su premio, permitiéndole irse de una buena vez.