Hermanos a la obra (Lumity /Huntlow)

57: Nueva vida

Temprano en la mañana, aun no hay sol, no hay ningún tipo de luz, lo único existente es la oscuridad de la noche. Tiempo de dormir, tiempo de descansar, no hay ninguna razón por la que alguien debería despertarse. No hay que ir al trabajo, no hay que hacer ejercicio, descansar es lo correcto.

+ Hmm... tonta vejiga – a menos claro que las ganas de orinar sean más fuertes.

Eda habló medio adormilada, levantándose de mala gana para ir al baño. Para asegurarse de no perder el sueño, ella caminó con los ojos cerrados, eso la hizo pegarse con la puerta, pero a cambio sus ojos mantuvieron la misma oscuridad de antes.

Y mediante un hermoso efecto placebo, su confianza en este tonto truco la ayudó a preservar el suficiente porcentaje de sueño para poder caer dormida en cuento toque la cama.

Con su necesidad fisiológica saciada, ella se dirigió con emoción a su cama, anhelando volver a tocarla, rememorando la cómoda sensación de su almohada contra su rostro, las sábanas sobre ella, y la hermosa inconciencia durante la ensoñación.

Lastimosamente, ella no es ningún murciélago para moverse por ecolocación, si no desea pegarse con la cama, Eda deberá abrir sus ojos unos momentos para ubicarse.

+ ¡Ahhhh! – y gracias a eso se llevó un gran susto.

Frente a sus ojos había una enorme sombra, con dos enormes ojos magenta enfocándose en ella. Vacíos, aterradores, unos ojos capaces de penetrar tu alma y ver tus pecados, una mirada que en otras circunstancias la hubiese desmayado del miedo, o la hubiese hecho correr en busca de un arma para proteger su hogar.

+ Hunter... deja de aparecer así – de no ser porque esos ojos eran de su hijo recién adoptado –, trata de dormir más, ni siquiera son las 5 – Ella no necesitaba ver la hora, estas semanas, Hunter se la ha pasado despierto rondando esa hora, lo correcto era asumir que hoy también era el caso.

Ante la petición de la adulta, Hunter permaneció en silencio, quedándose en su esquina aislada sin deseos de opinar. Cosa que la hizo suspirar con dolor.

+ ¿Quieres practicar lanzamientos? – él asintió tras unos segundos, consiguiendo que Eda volviera a suspirar y comenzara a caminar a la sala junto a él –. Sabes que puedes hacer eso sin vigilancia, ¿verdad?

Hunter volvió a guardar silencio, mirando con algo de miedo al suelo. Angustiando a la adulta y haciéndola acariciarle el cabello.

+ Busca los dardos, déjame pensar a que lugares quiero que le des, ¿ok? – él asintió de inmediato con su rostro de póker, aliviándola bastante.

Hunter no les ha explicado su razón por la que quiere entrenar, pero se lee en su cara y heridas que lo sometían a actividades peligrosas, y como no querían presionarlo de más, aceptaron dejarlo practicar algunas cosas bajo un entorno controlado.

Y dado que no había forma segura de practicar los agarres sin que alguno saliera herido, optaron por comprarle unos dardos y una diana para que haga sus lanzamientos. En especial debido a que la idea original de usar cuchillos no fue del agrado de ninguna de las dos.

Pero a cambio de esta opción más segura, Hunter ahora es mucho más exigente con su propio desempeño.

Lanzar dardos es infinitamente más fácil que lanzar navajas, gracias a su experiencia previa, en poco tiempo le agarró el truco y se vio en la necesidad de pedir indicaciones específicas para subir la dificultad. De lo contrario, no se siente satisfecho con su desempeño, y cuándo eso ocurre no duerme bien, lo cual ha sido un problema constante.

Por eso, Eda ha sacrificado horas de sueño para mantenerlo estable y cómodo. Algo de lo que se queja constantemente, pero nunca dejara de hacerlo.

+ ¿Preocupado por el comienzo de clases? – Esa declaración lo puso nervioso, consiguiendo que fallara su objetivo, lo cual fue una respuesta muy clara de su estado –, no es la gran cosa, confía en mí, lo más probable es que será súper aburrido, estarás bien.