Epílogo

200 4 3
                                    

||6 de febrero de 2024||

Había llegado el día: Máximo y Nahuel se iban a casar.

Nahuel se estaba cambiando, y junto a él estaban Mati, Santi y Benja.

—¿Estoy bien, no? —preguntó por milésima vez.

—Preguntás una vez más y te encajo una piña —fue la respuesta de Matías.

—Cuando vos te cases no te quiero escuchar entonces —le dijo Nahu.

Mati le sacó la lengua. Santino negó con la cabeza.

—¿Y si dejan de boludear por cinco minutos aunque sea? Nahu, estás re bien; peinate que en media hora tenés que salir—le dijo.

Nahuel se peinó lo mejor que pudo, y un buen rato después salió, acompañado de Santi, el padrino.

Diez minutos después, eternos para Nahuel, entró Maxi junto a Agus, su padrino. Benja entró luego, llevando los anillos. Tal y cómo le habían enseñado, los dejó sobre el altar, al lado del cura, y volvió con sus padres.

Nahu y Maxi se acercaron al cura, quien sonrió.

—Estamos aquí para celebrar la unión en matrimonio de Nahuel y Máximo —dijo. Explicó cómo era el sacramento del matrimonio, dijo algunas cosas más, y mientras tanto Nahu y Maxi se miraban, ambos igual de nerviosos y emocionados.

Todos los demás miraban expectantes.

—Ahora sí —dijo el cura finalmente—. Nahuel, ¿quieres recibir a Máximo como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Sí, quiero —dijo Nahuel, sonriendo.

—Máximo —dijo el cura—, ¿quieres recibir a Nahuel como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Sí, quiero —dijo Maxi.

El cura agarró los anillos y dijo:

—El Señor bendiga estos anillos que van a entregarse uno al otro en señal de su amor y fidelidad.

Les indicó a ambos que se los colocaran, y Nahuel recitó mientras se lo ponía a Maxi, como el cura le había dicho:

—Máximo, recibe este anillo en señal de mi amor y fidelidad hacia ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Luego le tocó a Maxi, quien puso con manos temblorosas el anillo en el dedo anular de su novio, y dijo:

—Nahuel, recibe este anillo en señal de mi amor y fidelidad hacia ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

—Los padrinos —llamó el cura, y Santino Gallardo y Agustín Riquelme se acercaron, y firmaron el acta de matrimonio cuando el cura les indicó. Luego les hizo firmar a los novios—. Ahora sí, los declaro esposos —dijo finalmente.

Nahu enseguida agarró a Maxi por la cintura y lo besó. Lo sabía bien: su unión iba a ser eterna, igual que su amistad, la cual aún mantenían.

Los novios salieron de la mano, con una sonrisa que no la borraba nadie.

Eran, definitivamente, esposos. Aunque aún les quedaba mucho camino por recorrer.

Ese día no iba a ser uno más en las vidas de ambos, ese 06/02/2024 iba a ser uno de los mejores días de sus vidas. El día en que se casaron.

Su unión se fortaleció mucho más.

La fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora