𝙨𝙚𝙞𝙨

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Viernes por la noche.

Los exámenes habían terminado, no tenía todas sus materias aprobadas, pero al fin podía descansar un poco. Ese día, desde temprano estuvo esperando el mensaje de Renjun diciéndole a que fiesta iban a asistir, ese viernes, quien iba a dar una fiesta era, Lee Taeyong, estudiaba lo mismo que él, pero ya estaba en tercer año y no vivía en la residencia, el maldito era de dinero.

Caída la noche, el moreno se encontraba frente al espejo del baño, dándole unos retoques a su leve maquillaje, hasta que la presencia del canadiense interrumpió su falso tutorial de skincare.

—¿Y ahora qué? —lo miró de mala gana a través del espejo.

—Quiero ducharme.

—Wow, ¿saldrás? —el moreno continuó tapando sus leves ojeras.

—Iré a una fiesta.

—¿De quién?

—Lee Taeyong —respondió entrando al baño y colgando su toalla en el gancho junto a la ducha—. ¿Te importaría salir?

—Te veo todos los días aquí y resulta que, ahora te tendré que ver también en la misma fiesta —recogió sus cosas de mala gana y salió del baño.

—No sabes lo feliz que me pone saber eso.

El canadiense cerró la puerta sin decir nada más.

Donghyuck tuvo que seguir con lo suyo, utilizando un pequeño espejo de mano que le había robado a su madre, se le fue difícil, pero por fin terminó, solo debía esperar a su amigo.

Se acostó con cuidado en la cama —no quería arruinar su outfit, ni su peinado— para perder el tiempo en su teléfono, su amigo era algo impuntual, seguro todavía se encontraba en la ducha, en una sesión de besuqueos con su novio, Jeno casi siempre lo distraía.

Escuchó el ruido de una puerta siendo abierta, pero le restó importancia, ya sabía que era Mark, aunque no pudo evitar correr la mirada de su teléfono y guiarla al cuerpo del mayor. Ya se había duchado, su cuerpo estaba algo mojado y tenía solo la toalla amarrada a la cadera, por alguna razón el maldito lucía sexy con el pelo mojado.

Mark se encontraba buscando su ropa interior entre sus cajones, casi siempre la olvidaba, buscó rápidamente y tomó los primeros que vio.

—Te queda mejor el negro —comentó Donghyuck antes de que su compañero entrara al baño.

Lee se detuvo al escuchar eso, clavó su mirada en el moreno, tratando de entender a donde quería llegar con esa mierda, hizo una mueca con sus labios y simplemente, maldició en su interior, con su boca sellada, entró nuevamente al baño.

La puerta de la entrada, sonó, era Renjun. El moreno tomó sus cosas, se revisó por última vez frente al pequeño espejo y se dirigió a la puerta, del otro lado estaba su amigo junto a Jeno, los cuales parecían que no podían estar ni un segundo despegados, ya que estaban besuqueándose, otra vez.

—Dejen sus babas para después —interrumpió el menor.

—Celoso —se burló su amigo.

—Hola Dong.

—Hola Jen.

El moreno se aseguró de cerrar bien la puerta y se dirigieron a la salida del lugar. Jeno era quien siempre los llevaba a todos lados, era el único de ellos que tenía auto, así que eso era una ventaja.

La casa donde se realizaba la fiesta no quedaba demasiado lejos y con lo salvaje que era Jeno para manejar, llegaron en un santiamén, temiendo por sus vidas, pero rápido.

𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘊𝘳𝘰𝘴𝘴 𝘛𝘩𝘦 𝘓𝘪𝘯𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Where stories live. Discover now