Como aguja en un pajar

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Luego de la orden de Anne para iniciar la búsqueda de Amelia Roy, el Equipo Táctico comenzó a movilizarse. Empezaron inspeccionando aquellos túneles que pertenecían al sistema de drenaje.

—Equipo Rojo, arrojen los drones —dijo el jefe del grupo.

—¡Entendido!

Uno de los policías del equipo, lanzó un par de drones vigilantes en dirección a los túneles. Estos eran objetos circulares de tonalidad negra, que portaban orificios con focos de color rojo incandescente. La luz de este artefacto permitía escanear toda el área.

—¡Despejado!

—¡Listo! Activen el rastreo y enciendan sus reflectores.

Todos los miembros de este equipo activaron la linterna de alta capacidad que tenían debajo de sus armas, y del dispositivo ubicado en su brazo izquierdo, se desplegó una pantalla holográfica que mostraba el mapa de todo el lugar.

—¡Todos, avancen!

Así, el Equipo Táctico de la Policía de Milwaukee comenzó a inspeccionar el lugar.

—Aquí Equipo Azul, zona de desagüe principal, despejada.

—Equipo Rojo..., informe.

—Aquí Equipo Rojo, no hay nada en los emisores centrales.

Así, continuaron revisando la zona durante algunas horas. De pronto, una llamada de Collins ingresó al dispositivo del jefe del Equipo Táctico.

—Matt; dame buenas noticias.

—Solo hemos escaneado y revisado un tercio del lugar. Esto nos llevará días, Collins.

—No disponemos de tiempo, Matt. Es hoy... o nunca. La noche es joven.

—Entendido.

Collins se encontraba patrullando algunas zonas en abandono. Luego, se dirigió a la granja donde hallaron el cuerpo de Nazari, descendió del vehículo y pasó debajo de las cintas de precaución que rodeaban aún el lugar.

—Esto realmente es como buscar una aguja en un pajar. Anne tenía razón.

Mientras revisaba, un anciano apareció repentinamente.

—Tal vez buscas en el lugar equivocado, policía.

Collins se alarmó y desenvainó su arma.

—¿Quién demonios es usted?

—Yo soy Benedic Morris, el dueño de esta granja.

Collins bajó el arma.

—Me ha dado un susto de muerte.

—El miedo es algo natural, sobre todo cuando el diablo está suelto.

—Si habla de ese asesino, le informo que ya se encuentra bajo custodia.

—No me refiero a él.

El anciano se retiró lentamente, sin decir una palabra más.

—Eso fue aterrador.

De pronto, una llamada ingresó a su dispositivo. Se trataba de Matt.

—¿La hallaron? —preguntó Collins.

—No..., pero encontramos un cadáver.

El Equipo Rojo iluminaba un cuerpo que flotaba bocabajo sobre aguas residuales.

—¿Pueden identificar de quién se trata?

Uno de los policías le dio la vuelta e iluminó su rostro. Ya estaba descomponiéndose, y había perdido uno de sus ojos; pero tenía su chaleco, placa e identificación.

El Efecto TriánguloWhere stories live. Discover now