El Efecto Triángulo

Enemigo Público

Horas después de la detención del Verdugo del Triángulo, una Comisión del Equipo Táctico de la Policía, se ubicó en posiciones estratégicas al final del corredor donde se hallaba el departamento de Evan Houston. Luego de recibir la advertencia de aquel sujeto de avanzada edad, el Jefe de la Policía solicitó que se allanara el lugar, sin una orden que permitiera esta acción. Debido a las circunstancias y los actuales eventos, las expectativas eran altas. Posiblemente estaría la pieza faltante que arrojaría las pistas sobre el asesinato de Emma O'Kelly. Ya había transcurrido un lapso considerable desde el aviso, pero la atención de todos los cuerpos de seguridad estaba centrada en hallar al autor material de los nefastos acontecimientos. El edificio fue desalojado completamente, y sus residentes, ubicados en la calle contigua, mientras se realizaba el procedimiento.

—Equipo Azul, avancen hasta la puerta —dijo el líder de la brigada.

Cuatro miembros de este equipo comenzaron a caminar, apuntando sus armas en dirección al departamento.

—Equipo Rojo, preparen ingreso y despeje del área.

—¡Entendido!

El Equipo Azul se ubicó a un lado de la puerta. Uno de ellos observó la sangre seca que se hallaba sobre el suelo. Esto provocó que su respiración incrementara.

Dos agentes del Equipo Rojo se ubicaron frente a la puerta y colocaron un dispositivo de sondeo debajo de esta. Este permitía escáner el área y detectar si era posible el acceso.

—La puerta es automática, solo se activa con los controles internos y huellas dactilares en el panel externo —dijo un agente del Equipo Rojo.

—¡Derríbenla! —exclamó el líder de la brigada.

El Equipo Rojo colocó sobre la puerta un mecanismo explosivo. Luego, se activó un panel holográfico con la cuenta regresiva de diez segundos. Ambos equipos retrocedieron hasta el área de elevadores. En cuanto el conteo llegó a cero, la puerta estalló y, desde su ubicación, solo se lograba contemplar aquel lugar en penumbras.

—Equipo Rojo, avancen y despejen —dijo el líder.

La brigada fue avanzando con pasos lentos, y encendiendo las linternas que se ubicaban debajo de sus armas de fuego. En cuanto ingresaron, comenzaron a iluminar el lugar. De pronto, colgado sobre un librero, contemplaron el cuerpo sin cabeza de la mujer. Tenía múltiples heridas abiertas en piernas y brazos. Uno de los agentes se aproximó y comenzó a inspeccionar el cadáver.

—Encontramos el cuerpo de una mujer. Su cabeza fue cercenada.

—Es ella —dijo el líder de la operación—. Equipo Azul, avancen y registren todo el lugar.

El agente que revisaba el cuerpo, notó algo extraño sobre su abdomen; se trataba de un escrito que, al parecer, había sido grabado con un objeto punzante.

—¿Qué demonios es esto?

"Apocalipsis 6:12"

...

Afuera de la Delegación de la Policía se hallaban varios reporteros, esperando la llegada del Verdugo del Triángulo. También estaba un tumulto de personas, separadas por una fuerte barricada de seguridad. Muchos tenían pancartas que clamaban justicia. Una reportera del Noticiero local se ubicó a metros de este lugar para hablar a todo el país sobre el evento que mantenía a Milwaukee en total expectativa. Observar el rostro de aquel sujeto que había propiciado las muertes, era un anhelo indescriptible en la sociedad.

Anne conducía su camioneta, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. Sentía dolor y consternación. Ella pidió que el rostro de este hombre no fuera develado aún hasta su completa custodia.