El Efecto Triángulo

La Realidad sobre la Culpa

Evan condujo durante la madrugada. La nieve era inclemente y colisionaba con el parabrisas, bloqueando su visión. Con la prudencia antes que la premura, decidió desviarse y aparcar en una gasolinera que se hallaba a tan solos 180 metros de su ubicación. Este lugar tenía un avanzado sistema de calefacción que generaba vapor desde algunas aberturas de metal en el suelo. Esto permitía que el frío disminuyera, y la nieve se derritiera antes de tocar la superficie. En cuanto detuvo el auto, observó a algunos vagabundos mirando las noticias a través de un aparador. Ahí, vio su rostro en la pantalla.

—Maldición...

El hombre bajó del vehículo, tratando de no generar mucho ruido, y fue hasta la cajuela. Ahí, extrajo una manta y se cubrió con ella. Era la manera de pasar desapercibido ante la muchedumbre. Lentamente se aproximó y escuchó lo que decían en aquella repetición del noticiero nocturno.

Todos estos datos fueron recopilados por la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol), desde Wisconsin, Estados Unidos, donde se mantiene una investigación abierta para dar con el paradero del autor material de los crímenes ocurridos en Milwaukee, a quien algunos ya denominan: "El Verdugo del Triángulo". Los creyentes religiosos, declaran que se trata de una secta Illuminati, tratando de generar terror. Estas afirmaciones surgieron posterior al asesinato del Reverendo Raymond Fleming; quien era un alto representante de la comunidad de seguidores de Israel. Continuaremos informando de todas las novedades.

Evan no logró escuchar la noticia completa y, por ende, no tenía idea de por qué apareció su foto en el resumen del noticiero. De pronto, un hombre salió de la Tienda de Servicio, portando un bate de baseball en su mano derecha.

—¡LARGO! Si quieren ver televisión, vayan a otro lugar. El servicio no es gratuito.

Todos los presentes huyeron, menos Evan; quien lo miraba con recelo.

—¿Y tú qué me ves? —preguntó el sujeto, aproximándose a él—. ¿Crees que te temo porque estás envuelto con esa fea manta?

—Ya me iba. Pero solo quiero hacerle una pregunta antes de hacerlo.

—No suelo hablar con vagabundos.

Evan introdujo la mano en el interior de su gabardina, extrajo un fajo de billetes de alta denominación y la extendió.

—¡Vaya! —exclamó el sujeto, tomando el dinero— ¿A quién le robaste todos estos billetes?

—A nadie. Si me responde, le daré otro igual a ese.

El hombre comenzó a verlo con recelo. Pretendía mirar debajo de la manta. Evan se alejaba, tratando de que no lo reconociera.

—No eres de por aquí, ¿o sí?

—Eso no le incumbe. ¿Quiere o no el dinero?

—La verdad... sí —dijo, bajando el bate—. Soy todo oídos.

—¿Qué está ocurriendo en Milwaukee?

—¿Acaso no lo viste en el aparador?

—No. Soy un vagabundo que llega tarde a todos lados.

—Un escritor famoso de nuestro país está bajo investigación.

—¿Por qué?

—Él vive en Wisconsin. Supongo que sabe de quién le hablo. Creen que posiblemente es el autor intelectual de los crímenes ocurridos allá. Tiene una orden de captura por parte de la Interpol y el FBI. Está realmente jodido.

Evan extrajo otro fajo de billetes y se lo entregó.

—Gracias. Ahora sí debo irme —volteó y caminó hacia su auto.