El Efecto Triángulo

Escritos Enigmáticos

Carmen Alonso se hallaba en la morgue, analizando el cadáver de Emma O 'Kelly. Movía la cabeza de la occisa en varias direcciones, intentando hallar rastros del objeto con el cual fue degollada. Luego, dejó la cabeza en su lugar y comenzó a ver aquella marca sobre su abdomen.

—¿Por qué tienen que hacerlo tan difícil?

—¿Hablando con el cadáver? —preguntó Newman Patrow, su asistente. Él era un hombre robusto, caucásico, de cabello rizado y portaba lentes.

—Me gustaría que pudieran hablar; sería todo más fácil.

Él se colocó su bata y se aproximó a la camilla de autopsias.

—¡Maldición! Ese escrito es un versículo.

—¿En serio?

—Por supuesto. ¿Acaso nunca has leído la Biblia?

—Soy Investigadora Científica y Forense, Newman. Eso se lo dejo a los que necesitan de creencias religiosas para vivir.

—Soy tu asistente, y fiel creyente. Eso no me impedirá ser como tú algún día, ¿o sí?

—No, mientras no mezcles ambas cosas.

Él sonrió y luego se dirigió hacia un estante.

—¿A dónde vas?

—A buscar la única arma que puede ayudarnos en este momento.

Newman extrajo de su escarcela una pequeña Biblia.

—No puede ser... —expresó Carmen, virando sus ojos hacia arriba.

—Sí puede ser. A veces es necesario. No es malo creer en Dios, Carmen. Con todo esto que está sucediendo, realmente lo necesitamos.

—Todo lo que sucede es obra de un asesino, que tiene talentos ilusionistas. Una manera de matar y culpar a seres del más allá.

—¿No crees que ese demonio del Triángulo sea real?

—No. Pienso que todo tiene una explicación científica..., o demente.

Newman decidió no continuar con la discusión y comenzó a ojear la Biblia.

—Aquí está: «Y miré cuando abrió el Sexto Sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre».

—Profundo...

—Este versículo se ha explicado de muchas maneras. Afirma la llegada de un ser supremo y algo relacionado con la resurrección. Es parte del Apocalipsis.

—Tengo que informar de esto a Collins y a Bells. En este momento deben estar interrogando al asesino.

—¿Al Verdugo del Triángulo?

—Es un asesino, Newman. Las personas colocan nombres a esos malditos y le otorgan fama.

—La resurrección de los muertos será provocada por el hombre... Eso dice 1 Corintios 15:21.

—¿Estás insinuando que el supuesto hombre puede ser ese asesino? —preguntó, entre risas.

—Estoy diciendo que, si la palabra no es lo que han interpretado por años, ese hombre posiblemente será alguien terrenal, y no Jesús.

Carmen suspiró y llamó a Bells a través de su dispositivo.

...

—Se conocen... ¿Lo ves?, el maldito es culpable —expresó Collins.

—Has silencio y escucha. El asombro de Houston no es normal —dijo Anne.

—Yo te sepulté. Lloré tu muerte. Guardé luto durante meses —dijo Evan—. ¿Cómo es esto posible?