Camino hacia la verdad

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Evan fue llevado a su celda, y Harper, a una de máxima seguridad, tal y como pidió Anne. Ella se preparaba, colocándose su chaleco antibalas y portando sus armas de alto calibre en la cintura. Igualmente, Collins se encontraba en una sala, en compañía del Equipo Táctico. Anne se dirigió al recinto y caminó hacia el final de este, donde se hallaba una pantalla holográfica que mostraba la imagen de Amelia Roy; se notaba que el tiempo había dejado sus huellas sobre ella. Era una mujer de cabello blanco y con algunas arrugas en su piel. Esta, era la última foto tomada en el momento de su chequeo rutinario mensual.

—Estos son momentos cruciales. Tenemos que ser precavidos, para que los Federales no intervengan en nuestro cometido. Debemos hallar a esta mujer —señaló hacia la pantalla—. Ella es Amelia Roy, quien tiene una orden de aprehensión, por fugarse del Hospital Psiquiátrico Auore, y ahora, nos hemos enterado que se encuentra raptada y oculta en algún lugar de Wisconsin.

Todos comenzaron a mirarse mutuamente.

—Sé lo que están pensando; es como buscar una aguja en un pajar. Pero debemos intentar hallarla antes de que sea tarde. Se encuentra en peligro de muerte. No estoy jugando cuando digo que el tiempo está en nuestra contra. Les enviaré a sus dispositivos los lugares donde probablemente se encuentre. Uno de ellos, es el acceso a las tuberías, donde fue capturado Harper Graham; quien muchos conocen como: El Verdugo del Triángulo. ¡En marcha!

—Espero que esta no sea una trampa de ese maldito —dijo Collins, antes de salir.

—No lo creo; pero si es así, igual debemos estar preparados. Confío en mi equipo.

Anne salió de la sala y los Agentes del Equipo Táctico se dirigieron en compañía de Collins hacia las afueras de la Delegación para subir a las unidades vehiculares.

De pronto, una mujer policía abordó a Anne, mientras caminaba hacia su vehículo.

—¡Comisionada!

—Rachel; no es un buen momento. Por favor cualquier cosa que necesites decirme, tendrá que ser luego.

—Es algo urgente, Comisionada. Dos corresponsales del Vaticano se encuentran aquí.

—¿Corresponsales del Vaticano? ¿Qué quieren?

—Debería escucharlo usted misma.

Anne se dirigió hacia la sala principal de la Jefatura y, a través de un vidrio que dividía dos áreas, observó a una mujer y a un hombre que portaban trajes de color negro e insignias con el escudo del Vaticano. Anne cruzó la puerta y ambos se levantaron.

—Buenas noches. Soy la Comisionada Anne...

—Sabemos quién es —dijo Tiberio Servius; un hombre de cabello blanco, caucásico y de ojos azules.

—Bien. ¿Cómo puedo ayudarles?

—Hemos venido con una orden del Santo Pontífice —expresó Valeria Aquilio, entregándole un sobre a Anne.

Ella lo abrió y quedó estupefacta luego de leer la carta que se hallaba adentro.

—Rachel; por favor déjanos a solas.

—Sí, Comisionada.

En cuanto la oficial salió de este lugar, Anne habló con ambos:

—Lamento decirles que esto que solicitan es imposible.

—No es una simple solicitud. Es una orden del Santo Padre.

—¿Por qué el Papa quiere que le entregue a Evan Houston?

—No es una entrega. Necesita que vaya a Roma, de inmediato. Los motivos no puedo revelárselos, por seguridad del Vaticano. Espero comprenda.

—Y yo necesito que ustedes comprendan, que Evan Houston fue apresado por orden del presidente de los Estados Unidos. Es hilarante esta solicitud.

El Efecto TriánguloWhere stories live. Discover now