365 cartas para ti

Carta 124

¡Al fin llegamos! Ya estábamos en el Distrito Federal, la capital de México. Todos estábamos muy felices.

Nos encontrábamos en el aeropuerto de la ciudad. Ikal nos tomo lista y nos entregó a cada uno un sobre,color amarillo como siempre,en el que habían $5,000 pesos, la llave del hotel y un mapa de la ciudad.

Subimos a la camioneta y nos trasladamos al hotel. En el transcurso Emma fue leyendo las reglas que debíamos seguir. Cada que ella podía me guiñaba un ojo y me mandaba un beso. Todos se daban cuenta,era incomodo.

-¿Una mas?-voltee a mi derecha para ver quien había dicho eso.

-¿A qué te refieres?-le pregunté a Era.

-Sabes a lo que me refiero, no te hagas el malentendido.

Obvio sabia a lo que se refería. Era estaba celosa.

Pasaron unos 20 minutos y llegamos al hotel. Cada quien tomo su maleta y entró.

-¡Descansen,mañana será un gran día!-nos grito Ikal.

Mi habitación era la número 365. Estaba en el piso 12, camine hasta el ascensor y presione el botón para que bajara.

-¿Qué habitación te toco amigo?-me preguntó Carlos.

-La 365¿a ti?

-La misma,somos compañeros de habitación.

Subimos al elevador. Noté que la maleta de Carlos era igual de enorme que la mía. Supuse que el también lo noto porque se empezó a reír. William y María José subieron.

-Hola chicos-dijo María José.

-Hola-respondimos Carlos y yo al unisono.

William detuvo la puerta.

-Gracias Willy-dijo Era entrando.

Las puertas se cerraron.

-Era,ya no me dijiste que habitación te toco.

-Me toco la 366¿a ustedes?-nos preguntó a todos.

-¡Cool!-gritó María José-a mi también.

-A mi me toco a la 365-dijo William.

Maldición, nos toco juntos.

-A nosotros también nos toco la 365-respondió Carlos por los dos.

Las puertas se abrieron y salimos.

-¿Podemos ver su habitación?-nos preguntó María José.

-¿Para que?-le preguntó Carlos.

-Nada más.

Todos entramos a la que sería mi habitación por 3 días. Era increíble. Era una suite. Había 3 recamaras. Cada recamara tenía jacuzzi y baño propio,televisión de plasma y cama matrimonial. Había una pequeña sala y una cocina. En la sala había una televisión enorme,una consola de vídeo juegos con juegos nuevos; había botes con distintas golosinas y canastas de frutas. También había una mesa de billar,una de futbolito y una canasta de basquet.

-Aquí hay una nota-dijo William.-Señores Carlos Cunnighan,William Willis y Luke Hemmings, sean bienvenidos a México. Si pudiera estaría ahí con ustedes para darles la bienvenida que se merecen,pero por algunas razones no lo estoy. Lo siento muchísimos. Espero que se diviertan en esté mes. Les mando mis mas gratos saludos. Firma el Director L.

-Su habitación es genial-admitió Era.

-¿Vamos a ver la de ustedes chicas?-propuse.

Ellas asintieron y fuimos.