Carta 181

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Hooder me apuro para terminar mis deberes, él estaba más emocionado que yo. 

Era algo injusto que él y yo hiciéramos todo. Reyes y Rodríguez nos obligaban, no podíamos hacer nada.  Los demás chicos y chicas no habían hecho nada en estos días. Después de hacer la comida, lavar los platos, jugar con los niños y barrer la casa, fuimos hacia la roca.

Hooder venía cantando canciones de amor. Era muy divertido.

-Tú y ella son como una novela de amor. Odio, amor, berrinches, amor, peleas. Sí fueran un libro, sería mi libro favorito.-dijo entre suspiros.

Solo reí ante su comentario. Llegamos a la roca y nos sentamos. Mire su reloj, faltaban 2 minutos para las 7. No aguantaba las ganas. Busque su número entre mis contactos, al encontrarlo mordí mis labios y miré a Hooder.

-¡Dios mío Lucas! ¿Qué esperas?-gritó emocionado.

Marque su número y espere a que contestara.

-Ponlo en altavoz-me pidió Hooder.

El se acostó en el pasto y cerró sus ojos.

-¿Luke?-era ella.

Me sentí como una niña enamorada.

-Hera, me alegra que me hayas contestado.

-Estaba aburrida y por eso contesté.

-Amo tus comentarios tan hirientes.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Claro. Lo que sea.

-¿En serio si estas en un lugar con enfermos?

-No del todo.

-¿Entonces? ¿Cómo es? ¿Qué hacen? ¿Te matan de hambre?¿te pegan?...

-Son muchas preguntas. Digamos que debo ayudar a otras personas, tenemos que ser verdaderos humanos. Bueno-rasque mi cabeza-hacemos de comer, limpiamos y cosas así. Y no, no me matan de hambre ni me pegan.

-Oh. Qué bueno que no te matan de hambre, de por si estas flaquísimo.-se empezó a reír.

Nos quedamos callados. Me acomode en la roca y di un gran suspiro.

-¿Qué significa ese suspiro?-me preguntó.

-No lo sé. Solo suspiré.

Ella suspiró aún más fuerte que yo.

-¿Qué significó eso?-le pregunté riendo.

-...es un suspiro de amor-dijo en voz baja.

Miller agarro mi pierna y la apachurro. No sabía que decir, me había puesto nervioso.

-Tu mama me llama cada día, te extraña mucho-me dijo.-deberías llamarle a ella.

-Un día de estos le llamaré.

-No Luke, llámale hoy. Puede que mañana ya no esté, puede que ella muera y te deje solo, sin amor.-Hera empezó a llorar.

-¿La extrañas?

-Aunque no fue una buena madre la quise y la querré. Me trataba de la mierda, pero sé que me quería.

-¿Sabes?... cuando platicaba con ella, siempre hablábamos de ti y de tus hermanos. Ella los amaba, con todo su corazón. No se los demostraba porque tenía mucho miedo.

-¿Miedo de que?

-De no ser amada por ustedes. Tu madre necesitaba amor, mucho amor.

-Desearía que estuvieras aquí a mi lado. Necesito llorar mucho, necesito uno de tus estúpidos abrazos.

-¿Por qué no vas con Eithan o con Hades?

-Me da vergüenza ir con Eithan, no quiero darle pena. Y bueno...Hades sí le ha llorado mucho.

-¿Tú no le has llorado?

-Le lloró en silencio.

Quería estar junto a ella. Abrazarla y apapacharla.

-¿Podemos hablar mañana?-me preguntó un poco triste.

Hooder se paró y empezó a brincar emocionado.

-¿Hablas en serio?-me sorprendí mucho.

-No es obligatorio. Es solo que, aunque te dije que "te estaba olvidando"... el chiste es que me gusta hablar contigo, es divertido. Tú eres un idiota, siempre lo serás. Tengo que admitirte que me gusta hablar contigo-dio un pequeño suspiro-me hace sentir bien.

Hooder se alejó y gritó como niña. El compartía mi emoción. Mis vellos se erizaron.

-Claro-traté de contener mi emoción.-¿A la misma hora?

-Sí Lukey-imitó la voz de Mariela.

Me empecé a reír juntó a ella. Nuestras risas se mezclaron e hicieron una exquisita melodía.  Hooder y yo chocamos los puños. El reflejaba mucha felicidad y alegría. Me despedí de Hera y luego ella me colgó. Me paré de la roca y empecé a gritar y a brincar, me estaba enamorando. Ahora sí lo estaba haciendo. Estaba preparado para amarla hasta la eternidad.


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