Cuando iba en camino a casa de Hera, recibí una llamada del hospital. Me hablaron para decirme que mi querido hermano Hooder había tenido un accidente en auto junto a otros chicos. Mi primera reacción fue reírme, de seguro iba con sus estupidos amigos. Después casi empiezo a llorar porque la doctora o quien me haya llamado me dijo que no estaba nada bien.
Al llegar, corrí a la recepción y luego a la habitación en donde estaba. Toque y entre. Miré a Hooder y mi corazón se rompió. Estaba recostado en la cama con un ojo morado,un brazo roto y la cabeza vendada. Me acerque hacia el y limpie su sudor con una toalla. Pase saliva y le hable a mi mama.
-Hijo,¿como estas?-pregunto preocupada.
-Yo estoy bien mama, Hooder no.
-Lo sé, gracias a Dios tu no estabas con ellos.
-¿Te llamaron?
-Sí,hace un rato, pero ni yo ni tu padre podemos ir, estamos trabajando. Él ira en la noche. Cuídalo mientras vamos.
-Mama, no me iré de aquí, tranquila.
-No sabes cuanto me alegra que estés bien hijo,te amo.
Sonreí y le regrese el "te amo" a mi mama. Me sentí un poco mejor, mis padres sí consideran a Hooder como un hijo y eso es excelente. Tengo dos hermanos y son geniales, pero Hooder es la recopilación de toda la perfección en un hermano. Una enfermera entro y lo reviso. Ella me miro con la cara triste y un enorme nudo se hizo en mi garganta.
-El chico tiene suerte de estar vivo, cuando llegó su corazón a penas y latía. Este chico es una gran bendición.
-Lo sé-le dije con la mirada baja.
La enfermera salio de la habitación, me senté en el sillón que quedaba frente a la cama y lo miré. Me sentía solo y le llamé a Melissa. Ella me entendió luego luego y 20 minutos después llegó junto a un gran oso de peluche y unos chocolates.
Con una gran sinceridad podría decir que Melissa sí me gustaba, me gustaba demasiado. Es una chica super encantadora y graciosa. Con ella puedo ser quien soy y personas como ella no se encuentran todos los días.
Horas después, salimos de la habitación y fuimos a comprar algo de comida ya que ninguno de los dos había comido. Regresamos al hospital y por suerte Hooder ya estaba despierto. Deje caer la bolsa con comida y corrí a abrazarlo.
-Miller Alexander, casi me da un ataque al corazón cuando te vi aquí casi muerto-le dije-no te mueras jamas, por favor-bese su frente.
Él me sonrió y me miro.
-Eres un gran idiota hermano,jamas te dejare.
Le devolví la sonrisa y volví a abrazarlo. Limpie mis lagrimas y le presente oficialmente a Melissa.
-Miller, ella es Melissa. Melissa el es Hooder mi hermano mejor amigo.
Melissa se acercó y beso su mejilla. Hooder la miró mal y e hizo una sonrisa forzada.
-Lucas me ha hablado muchisimo de ti, un gusto.
-¿Hablas en serio?-se sonrojo.
-No sabes cuanto-rodoo los ojos. Hooder le mintió, en sí solo llegue a hablar dos o tres veces de ella.
-Lu,cariño. Debo irme, lo siento.
-Tranquila, gracias por venir.
Se despido de mi con un gran beso en los labios y se fue.
-¿Por que miraste mal a mi chica?-pregunté ofendido.
-¿Mi chica?¿en serio Hemmings?Me das asco.
-¿Qué?¿Por qué?
-Lo único que te puedo decir es que yo nunca voy a apoyar esa relación,nunca.
-Que tontería, debes darme una explicación.
-¿Quieres un explicación?Ok. Melissa es alta, delgada y rubia. Sus ojos son tan azules como los tuyos. Sus padres hacen del baño dinero. Tiene la misma actitud que Hera, lo único que cambia es que Melissa es calenturienta y no tienes valores. Hera sí los tiene. Te has encontrado a una Hera rubia y sexosa y eso es imperdonable.
-¿A ti en que te molesta eso?
-En que quieres remplazar a Hera y a ella nadie,nunca, puedes remplazarla.
-¿Acaso te gusta?
-Imbécil,no me gusta.
-¿Entonces?
-Él día que te des cuenta de lo que te estoy diciendo no vallas a venir llorando a la casa y tampoco te quiero ver de puto solitario suicida.
Me quede callado. Tocaron la puerta y la abrí. Era mi padre. Él me miro y sin saludarme se fue con Hooder. Mi padre lo abrazo con mucho amor. Me les quede viendo y sentí feo. Mi padre nunca me había dado un abrazo tan bonito.
-Miller tiene razón-mi padre siempre lo llama por su nombre-Melissa es linda, pero Hera es mejor que ella.
-¿Que tienen contra Melissa?
-Nada-dijo mi padre-pero sabemos diferenciar.
-Hera no es nada para mi-dije molesto-ella tiene novio y en unos días Melissa sera mi novia. Acéptenlo, Hera y yo jamas seremos nada.
-No declares hermanito, puede que eso pase.
-Me vale que pase, es verdad y todos los sabemos, hasta ella.
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365 cartas para ti
Ficțiune adolescențiCada día hay una nueva carta. Cada carta tiene un sentimiento diferente. ¿Leerias las 365 cartas que te escribí?