365 cartas para ti

Carta 364

Lucas Skriver

Como todos los días de mi vida desde hace 5 años,me desperté y realice mi rutina diaria. Me levante de la cama,me duche, lave mis dientes, me vestí,desayune,tome las llaves de mi auto y conduje al hospital.

Estoy bendecido por trabajar en lo que me gusta, desde que fui pequeño desee con ser doctor. Ser doctor es un trabajo increíble. Lo único que odio es ese sonido. Ese sonido que se escucha cuando alguien muere. Es horrible y aterrador.

Llegué y salude a todos. Tomé la lista de los pacientes y corrí a la sala de descanso, allí tenia mi bata y sin bata no era doctor. Al ponerme la bata, revise la lista de los pacientes: Sofia Aguilera, Lisa Hoffman, Jeferson Hayes y Hera Riley. ¿Hera Riley? ¿Acaso no es la chica de Luke?

Primero fui a revisar a mis primeros tres pacientes, deje al final a Hera. Luke no me había mencionado los apellidos de Hera, pero no creo que sea ella. Hera lucia muy sana y como para estar en observacion es raro.

Me tomé un descanso y llamé a Luke.

-¿Quien habla?

-Luke,soy Luke-reí-tu doctor.

-Oh¡Amigo mío!¿Como estas?

-Estoy muy bien,gracias.¿Que tal tú?

-De maravilla. ¿A que se debe tu llamada?

-Esta mañana,al revisar mi lista de pacientes note que uno de ellos se llama Hera Riley.

-¿Hera Riley?-su voz se quebró.

-¿Es tu chica?-Luke se quedó callado-¿Luke?

-¿Co-como esta ella?

Sí era Hera.

-No lo sé, no he ido a verla. Lo único que puedo decirte es que ella puede que no este bien, esta en observaciones y cuando un paciente esta en ese lugar, no es bueno.

-Cuando la veas¿podrías llamarme por favor?

-Claro que sí Luke-camine hacia la sala de observaciones.

Colgué y abrí la puerta.

-Doctor Skriver-me habló Joshephine mi enfermera-su paciente esta por aquí.

Dimos unos cuantos pasos y ella abrió la puerta.

¿Hera?¿Qué te ha pasado?

-Llegó ayer en la noche,un señor la trajo y pagó todo por adelantado. Algunos dicen que era el señor Wilde,el político. Según esto-señaló los papeles-Hera tiene anemia. El señor Wilde en su versión dijo: "Ayer por la noche fui a ver a Hera, ella y mi hijo son novios. Mis guaruras me llevaron, al bajar de la camioneta la vi por la ventana. Ella lucia muy angelical, estaba tomando una taza de té y miraba las estrellas. La observe por unos minutos. Hera se levantó rápidamente y todos notamos como su piel se ponía pálida.Sus ojos se cerraron y cayó. Escuchamos el golpe y todos corrimos hacia su apartamento. La puerta tenía seguro, uno de mis guaruras la abrió forzadamente y al entrar nadie supo que hacer. Hera estaba desmayada, su cabeza sangraba. Debajo de ella había una laguna de sangre." Llegué a la suposición de que a la chica se le bajo la presión y por obvios motivos se desmayó.

-¿Esta bien?-miré a Hera,lucía sin vida.

-Perdió mucha sangre, no creó que viva mucho, su tipo de sangre se nos agotó ayer exactamente cuando llegó.-Joshep bajó su mirada.

Tragué saliva. Me acerque a Hera y tome su mano. Estaba congelada.

-¿Cuándo llegara más?

-Hasta mañana.

-¿Qué tipo de sangre es?

-O positivo.

-Yo soy o positivo. ¡Quiero donarle!¡No puede morir!-grité provocando que Joshep brincara del susto.

-Lo siento-se acercó a mi-sabes que esta prohibido que nosotros donemos sangre...

-...por el accidente de mi hermano. Pero Josephine Hera no puede morir. Tenemos que hacer algo.

-No Luke,no podemos hacer nada. Sus 24 horas están por terminar. Lo único que puede ir haciendo es despedirte,ella esta rompiéndose, aunque quieras ayudarla, morirá.

Joshep salió del cuarto. Miré la hoja de datos de Hera y llamé a su padre, su hermano y a Luke. Sí alguno de ellos le donaba sangre, Hera viviría.

Joshephine tenía razón. Sus 24 horas pronto acabarían. Aunque quisiera, no podía hacer nada. Su familia esta a 2 horas de aquí. Luke a 7 horas. Es como sí el destino quería que era muriera. Yo podría darle mi sangre a Hera,no me importaría perder mi trabajo, preferiría salvar una vida. Pero sí el destino tenía escrito el final de Hera, yo no puedo hacer nada al respecto.

Saque mi teléfono y puse Charlie Brown de Coldplay. Luke me menciono que era la canción favorita de Hera. Le puse mis audífonos en sus oídos,acomodé su lindo cabello y besé su frente. Siempre que estaba en un caso así, me gustaba darles un buen final. Y sí Hera iba a morir, tenía que morir como la chica liberal que era. Hera ahora iba hacia la libertad. Posiblemente Hera iba al lugar que van los chicos perdidos. Antes de que la canción terminara, el sonido apareció.Me levante rápidamente, Josephine y otros enfermeros entraron. Estábamos intentando hacer todo lo posible para ayudarla a regresar a la vida.

Las luces se apagaron frente de mi, se escucharon gritos. La luz se había ido.

-¡Robaron el regulador!-gritaron fuera de la sala.

El destino es el destino. Ya no podíamos hacer nada por Hera. Pasé saliva de nuevo,relamí mis labios. Las lagrimas salieron como mareas de mis ojos. 

-Lo siento Doctor-escuche.

Me acerque más a Hera,ella aún seguía fría. Puse mis dedos en su muñeca para ver sí había pulso, esperé unos segundos y Hera...